Tras un total de 30 compromisos durante los últimos seis meses, el conjunto "generaleño" demostró en el terreno de juego que no es necesario llegar primero, sino saber llegar.
Durante la etapa regular los dirigidos por el Director Técnico José Giacone sorprendieron a la afición nacional con su buen manejo de balón y la gallardía de demostraban en cada cotejo, además de la importancia de contar con jugadores experimentados que con cada toque al balón dejaban en claro que querían ser campeones de Costa Rica.
De todas las jornadas que se disputaron en esta campaña, los “peceteños” triunfaron en 15 oportunidades, empataron en ocho y perdieron siete veces; precisamente, una de esas derrotas fue ante los “florenses”, quienes en la instancia de finales no pudieron derrocar a Giacone y a sus jugadores.
El juego de ida Jeikel Venegas se encargó de poner el gol que le daría la copa a él y a sus compañeros tres días más tarde, el futbolista derribó las redes protegidas por Daniel Cambronero y junto con este tanto, toda la afición presente en el Estadio Municipal de la localidad sentía cada vez más cerca el primer campeonato en los 26 años de existencia de la institución.
No obstante, el plantel sureño no se confió por el resultado y ayer por la noche saltaron a la casa “florense” a hacer un juego inteligente, mismo que desesperó a Hernán Medford y a sus hombres durante los más de 90 minutos de juego.
A pesar de que Pérez Zeledón se ganó la clasificación hasta el último juego de la cuadrangular y el hecho de ser un equipo no tradicional, estos demostraron durante la cuadrangular y en la serie final, que no hay equipo pequeño, sino guerreros de corazón que no bajan los brazos y luchan por conquistar la cima del fútbol costarricense.