Los tres futbolistas llegan con la ilusión de entregarlo todo en el terreno de juego y darle alegrías a la afición con sacrificio, entrega y mucha dedicación, características que definen a la perfección a uno de los hondureños recién llegados.

Se trata del catracho Luis Fernando Garrido, quien en 2015 atravesó por una de las situaciones más complicadas en su carrera deportiva, una lesión en el juego entre la selección de su país y su similar de México no era alentadora para el futbolista que en aquel entonces tenía 25 años de edad.

En una jugada donde su compatriota Wilmer Crisanto derribó al azteca Javier Aquino, se presentó una de las imágenes más difíciles de asimilar en el Estadio Olímpico de San Pedro Sula y para quienes disfrutaban del cotejo por televisión.

El mexicano cayó sobre la rodilla de Garrido, acción que le dejó como saldo una luxación en la rótula y la ruptura de los ligamentos cruzados de la articulación derecha, lesión que lo separó de las canchas por los próximos ocho meses.

El futbolista se sometió a una intervención quirúrgica para que los médicos intentaran remediar el daño causado en el partido correspondiente a la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia que se disputará el presente año y donde el combinado hondureño no tendrá participación.

A pesar de los pronósticos que se dieron en el momento de la lesión, el ex jugador del Club Deportivo Olimpia de Honduras no bajó los brazos y luchó a diario por no acabar con el sueño que tenía desde niño, ser un futbolista profesional y volver a representar a su país fuera de sus fronteras.

Es así como Garrido llega a la Liga Deportiva Alajuelense, ansioso por colocarse la camiseta “rojinegra” y saltar al terreno de juego en busca de aportar a la institución y juntos alcanzar la estrella número 30 en sus casi 99 años de historia, misma que se le ha negado a Alajuelense desde hace ocho torneos cortos.

Tanto Luis Fernando Garrido como su compatriota Róger Rojas, así como el panameño Roberto Chen, los uruguayos Nicolás Dos Santos y Marcelo Masías, además del nacional José Miguel Cubero, están a la espera de cumplir con todos los permisos para poder jugar en el Torneo de Clausura 2018.

El juego donde estas figuras podrían debutar con la dorsal “manuda” será el próximo miércoles 10 de enero en el Estadio Alejandro Morera Soto ante Limón Fútbol Club, partido correspondiente a la Fecha 2 del campeonato que inició este fin de semana y donde Alajuelense cosechó sus primeros tres puntos tras vencer 1–2 al Municipal Grecia.