Una de las razones principales por la cual el volante y otros futbolistas regresaron a la máxima categoría tica, es para estar en el radar del Director Técnico Óscar Ramírez y así convencerlo de que son merecedores de viajar a la justa mundialista.
En el caso del saprissista, este sería su tercer mundial; sin embargo, primero se concentra en la adaptación con la escuadra “morada” y posteriormente pensar en el puesto que tiene prácticamente asegurado.
“Este es el año del mundial y siempre nos van a hacer estas preguntas, pero ya lo hemos conversado, todos sabemos que acá lo más importante es Saprissa y si peleamos el objetivo grupal lo demás va a salir por sí solo y va a llegar porque esto es fútbol y de la noche a la mañana todo puede cambiar”, expresó Bolaños tras la victoria ante Alajuelense.
El futbolista de 33 años de edad formó parte de la legión costarricense en los mundiales de Alemania 2006 y Brasil 2014, siendo este último el que más recuerdan los ticos debido a que se avanzó por primera ocasión a la fase de cuartos de final.
Vestir de morado era un anhelo para el futbolista quien militó en el fútbol de Dinamarca con el Odense B.B. y con el F.C. Copenhague, en Noruega formó parte del I.K. Start, además jugó con Al–Gharafa S.C. de Qatar y recientemente con el Vancouver Whitecaps de la Major League Soccer.
Mientras tanto, a nivel nacional también vistió la camiseta del Club Sport Cartaginés, dorsal que dejó de lado para aventurarse en el equipo canadiense, de donde regresó para ayudar a la “S” a buscar la copa 34 y ser protagonistas en la Liga de Campeones de la Concacaf.
“Quiero agradecerle a toda la afición por todo el cariño que me han mostrado desde que llegué, el amor es recíproco y ellos lo saben, así que voy a esforzarme al máximo para poder devolverles todo ese cariño y ese apoyo que me están dando”, relató el futbolista el fin de semana anterior.
A pesar de que el Mundial de Rusia resuena en la cabeza de Christian Bolaños, él está consciente de que deberá luchar en su club para alistar sus maletas y vestir la camiseta que más lo enamora, la camiseta de la Selección Nacional de Costa Rica.