En este sentido, el citado medio sostiene que la discusión en Ipurua fue la gota que colmó el vaso, rompiendo una relación que tiene difícil reconducción. El centrocampista, que perdió su estatus desde que llegó el argentino, que le pidió que cambiara su forma de jugar, y estalló después de que le sacasen al campo con 3-0 en el marcador.
La respuesta de Solari fue enviarle a la grada ante la Roma, tensando aun más una cuerda que pende de un hilo muy fino. Pese a que Isco ha afirmado públicamente su deseo de continuar en el Real Madrid, los grandes equipos de Europa se pelean por firmar al talentoso futbolista malagueño.
Isco arrancó el curso como baluarte del equipo blanco, liderando el proyecto de un Lopetegui que naufragó cuando el centrocampista tuvo que ser operado de apendicitis. Desde entonces, Isco no ha recuperado sus galones; primero, por su falta de forma; después, por su divorcio con Solari.