La tricolor con muchas variantes en comparación a los que actuaron ante España, buscaba limpiarse la cara de lo sucedido ante los ibéricos, en donde mostró su peor cara.
El "Machillo" y sus pupilos plantearon un juego de tú a tú, en donde esperaban lo que los húngaros podía proponer, mientras que los de casa también eran cautos frente a la nacional.
Pocas eran las acciones peligrosas de ambos bandos, sin embargo los de casa eran más verticales a la hora de acercarse a la meta de Leonel Moreira, quien se mostraba seguro en cada uno de los embates rivales.
La "Sele" comenzaba a verse mejor en ofensiva, cuando recibió un "balde de agua fría" con el tanto de Nemanja Nikolic al 37', el atacante desvió un remate que iba desviado para dejar sin reacción al meta costarricense.
Con la ventaja de Hungría, estos se replegaron a la espera del medio tiempo, mientras que Costa Rica continuaba con su ideología de aprovechar la velocidad por las bandas para sacar centros al área de Dénes Dibusz.
Así llegaría el pitazo del entretiempo y ambas escuadras se fueron al descanso.
En la segunda mitad la historia cambió, la "tricolor" se adueño del partido y era más que los húngaros, quienes solamente tuvieron en un par de acciones de táctica fija, la forma de inquietar a Moreira.
La "Sele" buscaba la manera de penetrar el "paredón" que proponía su rival, esto con jugadas elaboradas que siempre fueron a chocar con la zaga.
Bryan Oviedo que ingresó al compromiso en este lapso sacaría un disparo a pierna cambiada que Dibusz alcanzó a sacar con los dedos, esto cuando prácticamente se le colaba al arco.
Francisco Calvo también inquietaría a los europeos con un cabezazo que caería en las manos del cancerbero.
Con forme pasaban los minutos, el reloj era cada vez más el enemigo de Costa Rica que a pesar de su insistencia no lucía en ofensiva.
Hungría intentó liquidar el partido en los últimos instantes con contragolpes, los cuales en su totalidad fueron retenidos por los defensas.
Así Óscar Ramírez y sus muchachos perdieron el tercer duelo consecutivo, dos de estos en una gira por Europa que dejó más dudas que respuestas, además de la dependencia tanto en Keylor Navas como Bryan Ruiz que la tricolor posee.