A los 11’ se dio la primera jugada de realidad peligro en el partido por parte de los griegos, Johan Condega recibió el balón sin marca en los linderos del área y al no ver opción de pase con algún compañero se animó a rematar de media distancia, remate que fue directo al ángulo, a lo que el portero Morales tuvo que emplearse a fondo para rechazar lo que parecía la primera anotación del compromiso.
Grecia continuó con su asedio al marco caribeño, el balón transitaba del medio campo en adelante y al 25’ los locales tuvieron otra opción muy clara en un centro de Felipe Chaves hacia el centro del área y antes de que Álvaro Aguilar hiciera contacto, Alexis Gamboa, zaguero santista, mandó la pelota al tiro de esquina.
El primer remate a marco de Santos llegó hasta el 28’ en una de las pocas a la ofensiva que habían creado hasta el momento. Un balón filtrado lo recibió Cristian Lagos pero con un incómodo ángulo remató suave a las manos del arquero Ruiz.
En el cierre de la primera parte Kenny Cunningham asustó la puerta griega cuando tomó un balón en tres cuartos de cancha, avanzó solo en velocidad y prendió un remate que se estrelló contra el paral izquierdo de Kevin Ruiz.
Así como Grecia más de la mitad del primer tiempo tuvo el peso en ofensiva, Santo cerró atacando fuerte a sus contrarios pero el gol no llegó y al descanso el marcador se quedó en 0-0.
Al 64’ se dio el primer remate directo del complemento, el transito del balón era lento y en gran parte se daba en el centro del campo, por esa razón Diego Díaz de Santos intentó un remate de media distancia que Kevin Ruiz supo detener antes de que se colara rosando el poste.
Pero Grecia respondió al 67’ en una jugada originada de un tiro de esquina. Cerdas recién ingresado cabeceó por encima del portero pero en la última línea Monguio rechazó. Dos minutos después Luis Díaz intentó desde largo y apenas Morales logró sacar el remate del marco.
Luego del 75' Grecia se fue con todo al ataque para conseguir la anotación del triunfo; sin embargo lo hizo sin efectividad pues en el último cuarto de cancha las jugadas perdían su peligro y el balón le llegaba fácil al guardameta santista que no tuvo ninguna ocasión que le generara emplearse a fondo.