Durante la gira, en el club estaban encantados con él. “Juega muy bien con los pies”, repetían. Lo cierto es que no tuvo mucho trabajo. Alternó momentos de inspiración con algún despiste, como el penalti que le hizo a Yaya Touré y el árbitro no pitó.
En su encuentro en el Allianz Arena brilló hasta el gol teutón. Dejó siete paradas de mucho nivel y salvó al Madrid. Su reivindicación y su buen papel han hecho que el club se plantee retrasar lo de De Gea un año (y traerlo gratis). Si finalmente llega el portero del United, su puesto correrá peligro.
Por: AS.com