Sobre el papel, todo parece preparado para que Estados Unidos conquiste su cuarto título mundial, después de los logrados en 1991, 1999 y 2015, y para que añada este éxito a un nutrido palmarés en el que lucen también con fuerza cuatro medallas de oro olímpicas (1996, 2004, 2008, 2012).
Estados Unidos vivió el martes el que pudo haber sido el partido de más nivel del Mundial, el que ganó 2-1 a Inglaterra, con un penal detenido en el final del partido por la arquera Alyssa Naeher.
“Será muy complicado, pero estamos preparadas”, afirmó la seleccionadora de Holanda, Sarina Wiegman, pensando en la final.
“Es increíble tener la oportunidad de disputar la final. Será difícil, pero en un partido todo puede pasar”, se ilusionó.
Holanda sufrió por su parte para imponerse 1-0 a Suecia en la prórroga, gracias a un tanto salvador de Jackie Groenen el miércoles.
Para Holanda será la primera final mundial de su historia, cuatro años después de su debut en el torneo y dos años tras su coronación en la Eurocopa disputada en su país.
La ‘Marea Oranje’, el nutrido grupo de hinchas del país desplazados a Francia, llenará de color las calles de Lyon, pero los 5.000 holandeses serán minoría ante la presión de 20.000 estadounidenses.
Lieke Martens, que es considerada la mejor jugadora holandesa, no tiene seguro poder comenzar el partido debido a un dolor en un dedo del pie.
La atacante del Barcelona comenzó de titular la semifinal, pero luego tuvo que ser cambiada en el descanso.
En Estados Unidos persiste una pequeña incertidumbre sobre el estado de Megan Rapinoe, que arrastra problemas en los isquiotibiales y que fue baja contra las inglesas.
“Es una pequeña lesión. Espero estar de vuelta para la final”, decía la emblemática atacante, conocida por su juego ofensivo fuera y dentro del terreno de juego, incluyendo sus opiniones abiertamente hostiles contra el presidente Donald Trump.
Dos seleccionadoras
“Mis jugadoras pueden decir lo que quieran en todo momento. Pero estamos aquí por una única cosa, es todo. No para hablar de Trump o para otras cosas, estamos aquí con un único objetivo, ganar este Mundial y volver a casa con el trofeo”, avisó su seleccionadora, Jill Ellis.
La otra estrella del equipo, Alex Morgan, brilló con su gol de cabeza en semifinales, su sexto en el torneo. Lidera la tabla de goleadores con la inglesa Ellen White.
Este Estados Unidos-Holanda será también un duelo 100% femenino en el banquillo, con Ellis y Wiegman, una rareza en un universo del ‘coaching’ muy masculino.
Una final entre equipos con seleccionadoras sólo se había dado una vez en el Mundial femenino, en 2003, cuando la alemana Tina Theune venció a la sueca Marika Domanski-Lyfors.
“Hagamos más esfuerzos para nombrar a mujeres a los puestos más altos de las instancias internacionales del fútbol. Las mujeres deben tener el coraje de imponerse, de asumir riesgos y de tomar esos puestos que hoy son accesibles. Como mujeres tenemos que mostrar nuestro talento”, afirmó Sariana Wiegman, nombrada como seleccionadora de Holanda en 2017.
Francia, eliminada en cuartos de ‘su’ Mundial por Estados Unidos, despedirá así una edición que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, calificó el viernes de “la mejor de la historia”.
En el palco estará también presente el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, para poner punto final al torneo, que comenzó en París el 7 de junio.
Por: AFP