La expectativa era alta para este choque en el cierre de la fecha 4, la tarde-noche del domingo en el Carlos Ugalde, casa del campeón nacional. Y no defraudó.
Un balón en el palo para cada equipo en apenas los primeros minutos daban aviso de un juego vibrante.
Al 21 se abrió el marcador gracias a Mauricio Castillo, en remate de media distancia. El volante recibió asistencia de Fajardo en linderos del área, disparó de izquierda, y un ligero desvío de Marcos Mena ayudó a que el remate se hiciera imposible para la reacción del guardameta Marco Madrigal.
Muy rápido reaccionaron los locales, quienes tampoco se quedaron atrás en una competencia de golazos. José Luis Cordero dijo 'presente' con su especialidad, y aprovechó un despeje de puños en corto de Bolívar, que fue como un obsequio para su zurda, y sin dejar picar la pelota remató potente para igualar las cifras.
San Carlos vino de menos a más, y con la obtención del empate retomó confianza para irse al ataque.
Fue al 39 cuando llegó la ventaja norteña. En tiro libre al área, Rudy Dawson recibió de cabeza y dio asistencia a la boca del marco, donde el siempre goleador Álvaro Saborío cerró en solitario y puso la ventaja 2-1.
La segunda etapa fue de total dominio sancarleño, que tomó la iniciativa desde el inicio y rápido aumentó la ventaja. Y fue Roberto Córdoba, quien al 48 aprovechó otro obsequio, ahora de Kevin Fajardo, que en un intento de despeje de cabeza, le dejó servido el balón. Córdoba solo recibió y con potente remate de izquierda venció a la cabaña griega.
El juego seguía siendo solo para los de Luis Marín, claros dominadores, y al 54 fue el turno nuevamente para Saborío cobrando de penal.
El partido se convirtió en un festín de goles. Grecia no quería darse por vencido y volvió a ponerle emoción al compromiso.
Al 61, consiguió una oportunidad también desde los once pasos y Jeremy Araya logró cobrar de forma precisa para acortar a 4-2.
El técnico Luis Diego Arnáez intentó meter de nuevo a su equipo en la pelea, con variantes ofensivas e intentando aprovechar que su rival bajó la intensidad de las acciones. Llevó balones al ataque, pero sin la claridad necesaria.
Los números no se movieron más, y el cuadro monarca se dejó la victoria, segunda que logra en el certamen.