Semanas atrás se anunció la salida de “Chepe Memo” del Club Sport Herediano, escuadra que lo acogió durante las últimas cinco temporadas y que le permitió aventurarse una vez más como legionario y en esta oportunidad sí atinó junto al Director Técnico Jorge Luis Pinto que comanda a los “embajadores”.
Su debut fue ante el Atlético Huila, compromiso donde no fue titular e ingresó en el complemento. Su primer juego como estelar lo disputó ante a Independiente de Medellín donde elevó los aplausos de sus aficionados tras marcar doblete, pero este fin de semana terminó de convencer después de concretar tres goles que condujeron a su club al liderato en la Primera A de Colombia.
En redes sociales todo tiene que ver con Ortiz, quien fue seleccionado como el jugador del partido frente a La Equidad en el Estadio El Campin de Bogotá, tierra donde el costarricense ya arrancó el “oe, oe oe ticos, ticos” de la tribuna que confía en el artillero para que continúe haciendo estragos en territorio suramericano.
Asimismo, Pinto expresó en conferencia de prensa:
“No hay felicidad completa, tenemos que corregir los errores de la parte de atrás para potencia lo que se está haciendo adelante. Estoy muy feliz por José Guillermo Ortiz y por sacar los tres puntos que nos mantienen arriba”.
La travesía de Ortiz...
Su debut deportivo fue hace más de seis años con la Liga Deportiva Alajuelense, equipo con el cual aprendió de fútbol, festejó goles, cosechó amigos y uno que otro enemigo fuera de la cancha que hoy le reprochan seleccionar la camiseta rojiamarilla sobre la rojinegra tres años más tarde.
Sin embargo, esto no le impidió a Ortiz luchar en la cancha por mover los cordeles contrarios y también intentarlo a nivel internacional mientras vistió la camiseta del DC United de la Major League Soccer (MLS), conjunto donde jugó en 2017 y posteriormente se dio su regreso al país para ahora sí jugar con el “Team”, festejar sus goles y buscar una nueva experiencia en el exterior.
El presente de José Guillermo Ortiz ya no es de rojiamarillo o de rojinegro, es de azul y blanco; él sabe muy bien dónde está el escudo “millonario”: en su pecho, donde cada día su corazón late más fuerte y se convierte en el “crush” de los “albiazules” encantados por el tico goleador.