"Es diferente a la de todos los estadios y uno teme por la seguridad de uno. Esto lo digo porque lo viví en carne propia, me pasó en la final anterior. En la invasión, de no ser por los tres o cuatro guardias de seguridad que nos ayudaron, porque los demás salieron corriendo, probablemente nos vapulean a los que estábamos en la banca. Luego llegó la Policía y Keyner Brown para ayudar, tardé casi 40 minutos para salir y la verdad que el fútbol no da para esas cosas, hay que recapacitar y hacer consciencia", aseguró Jonathan McDonald.
Junto a esto el atacante señaló que sobre el final los seguidores del "Team" no logran su objetivo de amedrentarlos al tratarlos mal y más bien en su caso el efecto es el opuesto.
"La verdad no. Me motiva más para tratar de callar a la afición rival, así lo tomó yo, y no es personal, es así en todos lados. Así lo hemos hablado entre los compañeros. Vamos ir allá para hacer lo nuestro, ojalá ganar y que se tengan que ir para la casa ahuevados y nosotros felices porque se cumplió el objetivo. Son años en esto, ya han pasado muchas finales y uno el ambiente lo pone en segundo plano, lo que uno lamenta es cuando se pasa del apoyo a lo que pasó al final del juego anterior", dijo el goleador.
Por último el artillero destacó la amistad que envuelve a los futbolistas de ambas escuadras, ya que la mayoría de jugadores de ambas escuadras fueron compañeros en Selección Nacional o bien en inferiores.
"Sí, es parte. Ahí he sido compañeros con casi todos, tanto en equipo como en selecciones. Nos llevamos bien, somos colegas. Dentro de la cancha nadie quiere perder y procuramos dar espectáculo, vamos duro a la pelota sin mala intención, la verdad somos buenos amigos y la rivalidad que nos han querido poner son por personas ajenos a los equipos. No pasa nada", finalizó McDonald.