Anunciado desde hace varias semanas y deseado por Ronald Koeman desde agosto de 2020, cuando se hizo cargo del banquillo del Barça, Depay se suma a las incorporaciones de Èric García y Sergio Agüero, ambos llegados desde el Manchester City y, como en su caso, con la carta de libertad al acabar contrato con su club.
Concentrado con la selección de Holanda en la Eurocopa, el delantero pasó reconocimiento médico con los médicos del Barcelona que se desplazaron hasta el lugar de concentración, con permiso expreso de la KNVB después del partido que vencieron los de Frank de Boer a Austria, y a partir de ahí, con todos los detalles del contrato acordados entre el club azulgrana y los representantes del futbolista, y también con el permiso del Olympique de Lyon con el que mantiene contrato oficial hasta el 30 de junio, se solventó hacer oficial la noticia del fichaje, aplazando su presentación a la conclusión de la Eurocopa.
Depay, cuyos representantes fueron contactados durante los últimos meses por varios clubes (Juventus y AC Milan entre ellos), siempre mantuvo al Barça en el primer lugar de su orden de preferencia, aún conociendo la difícil situación económica que se atraviesa en el Camp Nou y aceptando un salario más ajustado (alrededor de seis millones de euros) al que sumará bonus por rendimiento y títulos tras la última negociación que llevó en primera persona Mateu Alemany, flamante director de futbol en la junta de Joan Laporta.
Si Georginio Wijnaldum, cuyos agentes también mantuvieron conversaciones con el Barcelona, acabó decantándose por la mejor oferta económica del Paris Saint-Germain, Depay mantuvo la fidelidad que trasladó a Ronald Koeman hace ya varios meses, sumándose de esta manera a un proyecto que, de cara a la próxima temporada deberá adelgazar la nómina de delanteros y sospechándose que el club azulgrana le buscará ya una salida inmediata a Martin Braithwaite.
Por: Espn Deportes