Con un agónico gol de Gerson Torres, la Selección Nacional logró derrotar 2-1 a Honduras y sumó un poco de ilusión a un golpeado proceso rumbo a Catar 2022.

Honduras logró leer muy bien a la Tricolor y le quitó el balón desde el arranque del partido, pero el pundonor de algunos hace que se golpee más el arco.

De ahí que un remate al palo por parte de José Guillermo Ortiz logró calentar un Estadio Nacional que no entraba todavía en el juego.

Luego fue una seguidilla de tiros de esquina, y en el sexto Óscar Duarte se encargó de abrir el marcador y darle paso a la algarabía al minuto 20.

Duarte se elevó se entre dos defensores y puso de cabeza el 1-0 luego de un gran centro de Joel Campbell. Todo parecía felicidad.

Pero Honduras supo hacer daño con un Alberth Elis que hizo lo que quiso durante todo el partido y dejó mareada a la defensa costarricense.

Con el acecho catracho, La H pudo empatar tras una entrega de balón de Yeltsin Tejeda, pero Keylor Navas fue fundamental para evitar el remate.

Nuevamente el guardameta del PSG fue vital para sostener algo de esperanza, pues a partir de ahí la Tricolor se diluyó.

No fue hasta que Romell Quito aprovechó una buena contra y definió a un costado de Navas para el 1-1 al 34' y silenciar así a todo el estadio.

La primera mitad cerró con un cobro de tiro libre de Campbell que pasó silbando el palo derecho de Luis López.

Para la etapa complementaria, el técnico de la Mayor hizo ingresar a Bryan Ruiz por el joven Aarón Suárez.

Sin dejar acomodarse a La Sele, Honduras ahogó a los ticos en el mediocampo y fue gracias a Navas que la tragedia no llegó.

Nuevamente el guardameta demuestra que está por encima de todo el resto del equipo y se erigió como figura. Eso sí, la rabia del portero con su defensa es más que evidente, al tico le duele ver que el equipo no reacciona.

Al final apareció la figura de Gerson Torres para sellar con un cabezazo el 2-1 definitivo en el tiempo añadido que al menos permite ilusionar un poco y cosechar así la segunda victoria de la octagonal. 

La Sele compró una vida extra.