La Sele tuvo tintes de mejoría, mostró temple y sobre todo orden en la gramilla del Coloso de Santa Úrsula y se plantó ante un rival que en todo momento lo encimó.
Eso sí, Costa Rica no fue timorata ni mucho menos, incluso, tuvo las opciones más claras del partido en pies de Alonso Martínez y Celso Borges. ¡De solo pensar qué hubiese pasado de entrar solo una de esas!
Pero lo cierto es que el empate, más allá de ser un gran resultado, deja un mejor sabor de boca por la evolución en lo colectivo de La Sele. Al fin se vio una idea y un buen trabajo de grupo.
México encimó, pero sin respuesta
En los primeros minutos de juego México tuvo una muy clara en cabeza de Hirving Lozano, pero su remate salió desviado.
Por su parte, la Tricolor contestó con Alonso Martínez, pero el portero Memo Ochoa detuvo de gran forma el remate.
Costa Rica apostaba por el orden y complicaba las acciones a los mexicanos que no encontraban camino.
Al 31', el delantero Rogelio Funes Mori marcó en el arco de Keylor Navas, pero su gol fue anulado por el VAR por fuera de juego.
Siete minutos después fue el turno para la Tricolor de tener un chance de oro en la cabeza de Celso Borges, pero su débil remate terminó en manos de Ochoa. La más clara hasta ese momento y se perdía de forma increíble.
La primera mitad terminó con un paradón de Navas a Héctor Herrera en un tiro libre que ahogó el gol mexicano.
En la complementaria, Martínez dio la primera sorpresa del partido con un mano a mano ante Ochoa al 54', pero su remate salió desviado. Otra vez perdonaba la nacional.
Además, los aztecas pegaron una pelota al palo de Luis Rodríguez en un centro que se terminó colando como remate.
Al final, los puntos altos de la Nacional se quedaron sin piernas. Joel terminó fundido, por mucho el mejor jugador en la cancha, con mucho coraje y garra. De aplaudir lo del jugador del Monterrey de México.
También se ahogó Martínez y Celso Borges que dieron su espacio a Bryan Ruiz y Juan Pablo Vargas, para dar aire.
Al final, Costa Rica supo aguantar la desesperación azteca que volvieron a estrellar una pelota al horizontal. Desgastados y nerviosos, pero al final se logró sellar un empate con sabor a victoria.
El punto bien puede significar decidir el repechaje mundialista a Catar, eso sí, tocará hacerlo efectivo el próximo miércoles en Jamaica, otro duelo de dientes apretados, pero que de conseguir una victoria quedaríamos muy bien posicionados para los partidos de marzo.
De momento, la fe se renueva y La Sele crece cada vez más.