Lautaro Martínez (minuto 28) y Ángel Di María (45+1) dejaron la misión ya muy encarrilada en la primera mitad. En la segunda el dominio argentino fue casi total y Paulo Dybala (90+4), que acababa de entrar al partido, coronó la noche con el tercero.
Lionel Messi no marcó pero dio dos asistencias y fue elegido el mejor de la Finalissima.
Argentina batió además su récord oficial de partidos consecutivos sin perder, elevando la racha a 32 y dejando ya atrás la igualdad a 31 que mantenía con la selección que dirigía Alfio Basile y que logró esa marca entre 1991 y 1993.
Esta Finalissima resucitó los duelos intercontinentales Conmebol-UEFA, que se habían jugado en 1985 y 1993 como Copa Artemio Franchi. En la edición de 1993, Argentina, capitaneada entonces por Diego Maradona, ya había sido campeona.
Menos de un año después de ganar la Copa América en Brasil, Argentina consigue este triunfo en un duelo de prestigio y sigue sumando argumentos en su camino hacia el Mundial de Catar-2022.
Por: AFP