Con la posibilidad de cortar una sequía de 82 años sin títulos nacionales, los brumosos hicieron frente al cotejo ante los erizos con la ventaja por la mínima tras el 1-0 de la ida. Alajuelense, por su parte, afrontó el compromiso con el ego golpeado por la derrota en el primer juego, pero con la consigna clara de luchar por la copa 31.
Tras la inclusión de Bryan Ruiz y Alex López en el once inicial, los locales iniciaron las acciones con mucha presencia en ataque y elaboración en la mitad del campo, yéndose desde el segundo uno a buscar igualar la serie.
En 12' minutos, Alex tuvo en sus pies la acción más clara, recuperó el balón y sacó un trallazo de larga distancia que terminó muy cerca de colarse en las redes del arquero Kevin Briceño. Al 25' Celso Borges también estuvo cerca del romper el cero; el panameño, Freddy Góndola sacó un centro al área y Borges peinó el esférico, sin embargo, el cabezazo terminó desviado sin éxito. Diez minutos después nuevamente Celso estuvo cerca pero Kevin Briceño de gran manera ahogó el grito de gol en la “Catedral”.
Al epílogo de la etapa inicial, Johan Venegas intentó desde la táctica fija pero Briceño a dos manos se dejó el remate del atacante.
Para el complemento, Geiner Segura, movió el banquillo; ingresó el lateral Diego Sánchez por Víctor Josué Murillo, cambiando de sistema a una línea de cinco defensores. Seguidamente, al 54' abandonó Dylan Flores por Luis Ronaldo Araya.
La presión eriza siguió en la segunda etapa, al 57' Alexis Gamboa aprovechó un tiro libre lanzado por Celso Borges para ganar en las alturas y enviar el balón al fondo para igualar la serie 1-1.
Celso Borges al 77' por lesión abandonó el campo, su lugar fue tomado por el juvenil Aarón Suárez.
Los minutos pasaron y Cartaginés quiso encimarse al ataque, empero, al 93' el juez central, Benjamín Pineda decretó el final del juego y la extensión de la serie a tiempos extras.
Giovanny Arturo Campos, al 104' se convirtió en el héroe brumoso para darle la estrella #4 al Club Sport Cartaginés.
En 121' minutos el juego terminó con la algarabía de los de la Vieja Metrópoli.