"A los 25 minutos de partido me acerqué a Frank Rijkaard y le pedí la cesión de Messi para la Juventus. Sabía de algunos problemas burocráticos y pensaba que no podía empezar la temporada en Barcelona. Entonces se me ocurrió llevármelo a Turín".
Antes de ese amistoso, el italiano ya había oido hablar de Messi por el Mundial Juvenil de la FIFA, que ganó Argentina y en donde Messi fue la figura y el goleador.
"Lo recordé cuando vi su nombre en la alineación. Y sólo empezar, me dejó alucinado. Que un futbolista de su edad jugara de aquella manera, ante 90.000 espectadores, sin dejarse intimidar. Tenía personalidad, calidad, dribling, fantasía... Todo".