En el Madrid ya eran conscientes de que la negociación, de producirse, sería en las últimas horas del mercado, con el reloj de arena consumiéndose, a contrarreloj. El optimismo inicial en el Bernabéu, allá por inicios de julio, dejó paso al escepticismo. Este fin de semana, según fuentes del club, se ha instalado un cierto pesimismo en torno a una operación que lleva en la nevera las últimas semanas. No ha habido ningún contacto.
El United nunca se ha mostrado abierto a sentarse para facilitar la salida de su portero, que acaba contrato la próxima temporada. Su estrategia primero pasaba por llevarse a Sergio Ramos. Una vez que el Madrid se aseguró la continuidad de su capitán, en los despachos de Old Trafford perdieron la mano en la partida. Y después de los sucesivos fracasos a la hora de vestir de rojo a sus otros objetivos —Pedro y Otamendi—, la presión sobre los dirigentes ingleses, con Ed Woodward a la cabeza, se ha multiplicado.
De blanco... o indemnización
De Gea se incorporará mañana con la selección en Las Rozas. Está citado como el resto de internacionales a las 21.00 horas. Tras volver a quedarse fuera de la lista de Van Gaal contra el Swansea, sueña con no tener que volver a Mánchester tras el parón.
David mantiene la esperanza. La semana pasada afirmaba a su entorno más directo que acabaría fichando por el Real Madrid en los últimos días de mercado. La fecha límite es hoy. De no hacerlo, De Gea se aseguró en su día una cláusula compensatoria que valdría también como garantía de una futura incorporación el próximo verano, ya sin traspaso de por medio. El internacional español cobrará 5 millones de euros, cifra estipulada para su primer año de contrato con el club blanco.
Tan decidido está David a dejar el ManU por el Real que no le importa la parcela económica. La última oferta de renovación de los red devils era más de dos millones superior a la madridista, lo que multiplicado por las seis temporadas que firmará de blanco le hará dejar de ganar casi 14 millones. Una cifra a la que muy pocos jugadores estarían dispuestos a renunciar.
El factor Van Gaal puede ser decisivo. La sintonía del portero con su entrenador es nula. De Gea lleva sin jugar un partido desde el 29 de julio, más de un mes parado, viendo los partidos desde la grada de Old Trafford o por la tele.
Ayer, tras la derrota del United contra el Swansea, Van Gaal echó balones fuera:“Hay que esperar y ver si el Manchester United hace algún comunicado. De lo contrario, se quedará. En el club hemos dividido nuestras competencias y esto es una tarea para Ed Woodward, no para mí. No tengo nada que decir, no quiero interferir como mánager”, indicó el holandés.
Último capítulo
El United se ha asegurado un portero en el caso de que De Gea deje de ser hoy meta red y acabe recalando en el Real Madrid, que sumaría otra batalla ganada al United en el mercado de fichajes. Las cifras de la operación se moverían en una horquilla entre los 30 y 40 millones.
Mendes, José Ángel Sánchez, Florentino Pérez, Van Gaal, Woodward, la familia Glazer... y De Gea. Protagonistas de un culebrón que hoy se acaba. Es el último episodio y a las 0.00 se echa el telón. El final no se conocerá hasta la última escena. Es un cara o cruz para De Gea que, como si se tratara de Hamlet, sabe que la cuestión es ser madridista... o no ser.