Su ímpetu, gallardía y entrega era notable en cada oportunidad que estaba en el campo de juego, siempre dispuesto a ayudar a su equipo, la institución de sus amores, al Deportivo Saprissa con el que debutó y se retiró.
Su primera aparición en la máxima categoría fue en 2001 y lo hizo vestido de morado hasta 2008 cuando tuvo su primera experiencia como legionario al fichar por el New England Revolution de Estados Unidos hasta 2010 y el año siguiente regresó al país para jugar por cinco años más con la escuadra tibaseña.
De manera merecida se ganó la banda de capitán y mientras él estuvo en la cancha la zaga era sólida, sí hubo uno que otro error, pero la personalidad del “Gladiador” empujaba a su equipo a siempre ir al frente por más.
Sus malos ratos no solamente los vivió en el césped, sino que también tuvo que visitar el quirófano para someterse a una cirugía en su corazón, razón por la cual en 2013 tuvo que ponerle pausa a su carrera deportiva por seis meses y al cabo de este tiempo, retornó a su casa y tres años más tarde se retiró de la competencia en el fútbol.
A pesar de esto, Badilla no dijo adiós a la institución saprissista porque de inmediato se anunció que el capitán tendría nuevas labores en el departamento de mercadeo de su equipo, función que desarrolló hasta el día de su fallecimiento.
Después de tres años de su muerte, el aficionado “morado” y otros apasionados al fútbol nacional, le recuerdan con cariño y por su comportamiento en el terreno de juego. Ahora, Gabriel Badilla porta la banda de capitán desde otro sector, donde siempre seguirá siendo el “Gladiador”.