Al ser consultado por la competitividad del futbolista uruguayo, 'El Matador' contó que según su forma de ver, “es porque nos enseñan a ser así. Las canchas existen en todas partes, en todos los barrios, por más desfavorecidos que sean. Dondequiera que haya espacio para patear una pelota, está el juego. Esa competitividad que se exige como profesional ya está ahí, lo llevas haciendo toda la vida, todos los días, bajo la lluvia, en cualquier superficie, jugando descalzo, rompiéndote un dedo del pie, vendándotelo y continuando. Siempre digo que en el fútbol no es lo mismo jugar que competir”.

Cavani agregó que en Uruguay “hemos mantenido esa esencia, pero el fútbol moderno está perdiendo eso. Tal vez vengo de esa vieja escuela y no encajo del todo con el fútbol moderno en términos de actitudes, lo que significa para los jugadores. Eso no significa que no puedas decir cómo te sientes”.

Al respecto, dijo: "Lo veo constantemente. El modernismo, las redes sociales, cómo está el mundo, cómo ha avanzado la tecnología y cómo se metió en el fútbol. Eso cambia mentalidades. Antes, todos en un equipo tenían el mismo objetivo, en estos días, en ciertos equipos, por varias razones como la fama, lo que la gente y la prensa hacen sentir a los jugadores, ese no es siempre el caso”.

El delantero del Valencia también se refirió al aspecto mental, y cómo tuvo que afrontar ciertos momentos de adversidad: “Hubo momentos en los que he necesitado ayuda profesional. Tengo amigos que son profesionales y vamos por un camino que es más espiritual que psicológico. Solo hablar te sostiene. Hablo con el psicólogo de cosas que no son fútbol, todos nos aferramos al fútbol y tenemos poco tiempo para concentrarnos en el afuera. A menudo, un trauma comienza con el fútbol, pero el psicólogo te ayuda a ver que no viene solo de ello, puede ser tu crianza, tus padres, el entorno, la forma en que crees que eres porque desde muy pequeño pensaste que esa era la única forma de vivir, intentar ser un futbolista, un superhéroe”.

Cavani también se refirió a su conexión especial con la naturaleza y lo poco que le gustan los lujos y la vida extravagante, algo poco común en los ámbitos en los que se mueve: "A mí dejame en Salto, debajo de un árbol, a la sombra, donde sopla la brisa, sin ruido de autos. Hay cosas que veo y siento en el fútbol que las rechazo. Me defino, a veces, como un futbolista 'atípico', tal vez".

Y agregó: "En estos días el éxito tiende a estar vinculado a la fama, la buena vida, el lujo. Sinceramente, también tengo mi buena vida y las oportunidades que me da el fútbol, pero mi forma de vida es muy simple. ¿Por qué me gusta tanto la naturaleza? Puede que nunca encuentre la respuesta, pero hay algo dentro mío que me lleva ahí, lejos de este mundo, de esta rutina, de esta dinámica que es tan abrumadora. Lo único que no me permite el fútbol es estar donde más me gusta, en el campo”.

Por: The Guardian