Allen Guevara fue una de las bajas más sensibles al final del campeonato pasado y hasta pudo ser un revulsivo que ayudara a sus compañeros a alcanzar el campeonato, sin embargo esto no sucedió debido a un dolencia en el tobillo izquierdo que lo alejó más de cuatro meses de las canchas, hasta el pasado domingo cuando ingresó ante los belemitas.
“Importante para mí porque estuve mucho tiempo fuera, siento que lo hice de buena manera y tuve el apoyo de la afición que es lo más importante, ahora seguiré trabajando para lo que el profe ocupe”, aseguró el “Cuzuco”.
Por otra parte el “Monstruo” tuvo la reaparición de Hanzel Aráuz, futbolista que fue víctima del sintético de la “Cueva” y que lo alejó más de seis meses de la acción con la escuadra morada, pero que apareció efusivamente este fin de semana ante los guapileños.
“Sentí muchísima alegría, pasé mucho dolor y por eso le doy gracias a Dios, tuve que esforzarme demasiado para superar la dolencia que tuve y cuando ingresé a la cancha tuve escalofríos, ganas de llorar, todo cuando escuché a la afición coreando mi nombre”, dijo el volante morado.
Con esto los tanto los erizos como los tibaseños recuperan a dos figuras fundamentales que les traen más competencia a sus planteles, donde una lucha por un puesto en la final de CONCACAF, mientras que el otro está con la tarea de alejarse cada vez más en la punta del campeonato nacional.