Cada hombre, mujer o niño posee un ideal sobre su futuro. Muchos desearían ser futbolistas, doctores, astronautas y otros lo mismo que su padre. Por otra parte, los jóvenes sueñan con ser profesionales, algunos con casarse o juntarse como es una tendencia moderna. Pero ¿con qué sueñan los futbolistas? 

Si usted fuera un joven deportista, con buenos pilares en fuerzas básicas y con un futuro futbolístico prometedor, su deseo sería debutar en primera división de la mejor manera, ya sea al anotar un gol o atajar un penal. Pero si usted ya fuera un jugador consolidado, un ícono del fútbol local, un futbolista admirado, querido y apunto de decirle adiós al deporte más lindo del mundo, el cual es su vida, su pasión, lo que vive, respira y prácticamente el amor de su vida. ¿Cómo le gustaría despedirse? 

Gran cantidad de jugadores visualizan el retiro como su Némesis, algo en lo que es mejor no pensar y vivir el día a día futbolístico hasta que ese momento llegue. Nadie quiere ver la muerte pero esta, algún día llegará y es apropiado ver hacia el futuro para intentar cumplir los sueños, antes de que sea demasiado tarde.

Sueños, sueños, sueños… Pero la realidad en muchos de los casos es otra, futbolistas que dieron su vida por una camiseta, que lloraron en los malos momentos y también en los buenos, jugadores que fueron estrellas a nivel nacional, a los cuales les pagan con la peor cara de la moneda. Abandono, rechazo, olvido y hasta destierro es el presente de muchas de las figuras del fútbol nacional. 

Claudio Jara, máximo anotador del Herediano en su historia con 97 goles, un poeta que enamoraba las redes con sus goles de gran factura, tiene una triste historia y con una voz entre cortada cuenta: “después de 15 años todavía espero el juego de despedida. Hubiese sido hermoso un estadio lleno, con mis amigos que eran los mejores futbolistas de aquel momento. Yo salí de una forma fea del Herediano que es el equipo de mis amores, salí por la puerta de atrás”. 

"Un día llegué al estadio y me dieron la carta de despido por que un técnico (Álvaro Mac Donald), al cuál no le tengo ningún aprecio, decidió que no iba a contar con muchos de mis compañeros y pidió que nos desligaran del club. Me parece que es una irresponsabilidad más que un irrespeto por parte de los clubes, ya que uno le dedicó lo mejor de uno a esa institución”. 

Otro sueño truncado sucedió con el mundialista de Italia 90, Marvin Obando, una institución dentro de otra institución. El equipo por el que eldelantero de antaño moría es el Club Sport Herediano, en donde salió campeón en varias ocasiones, pero Obando se ilusionaba con un hecho que nunca llegaría. 

“Yo soy herediano de corazón, siempre soñé con un partido a estadio lleno, con mis amigos y que fuera un momento muy emotivo. El partido lo busqué por todo lado con la dirigencia de Heredia, pero no me dieron pelota como se dice popularmente, no me dejaron terminar ahí y eso es lo que quería”. 

“Me parece que este tipo de situaciones, son un vicio a nivel nacional, los clubes con excepciones (L.D.A. y Saprissa) no respetan a los ex jugadores, le tienen fobia al hecho de organizarle algo bonito a sus íconos. En mi caso que tanto le brindé al Herediano, me dolió mucho lo que me hicieron. Solo esperaba que me despidieran como Dios manda. Mi sentimiento es de una profunda decepción hacia la institución herediana”. 

Suceso increíble es recordar a un jugador espectacular como Leonel Hernández, aquel jugador que te colocaba tres tiros libres seguidos en el ángulo más lejano de cualquier arquero y pensar que nunca se pudo despedirse como él deseo hacerlo. Jugó para Cartaginés toda su carrera y fue pretendido por el Botafogo de Brasil, además de reforzar a la Liga Deportiva Alajuelense y el Deportivo Saprissa.

“Vea lo que es la vida, en la historia de Cartago yo solo conozco que le hayan hecho un partido de despedida a dos jugadores, uno Luis Ramírez conocido como –Pelé Zapata- y a Bernal Mullins hace poco. Y yo que jugué toda mi vida en el Cartaginés, no me hicieron nada y eso que fue desde 1964 hasta 1978. Me parece una falta de consideración no solo para mí, sino también para mis demás compañeros que lo dieron todo por Cartago. Si hoy me ofrecieran hacerme un partido de despedida, les diría que ¡NO! Porque eso se debe hacer en el momento indicado”. 

Miguel Calvo es otro ícono brumoso, el volante de gran calidad fue el goleador del Cartaginés en segunda división, ascendió de esta manera con el club centenario en la temporada 83. Calvo dedicó la mayor parte de su carrera al club de sus amores y se retiró en la misma institución, sin reconocimiento alguno. 

“A cualquier jugador le gustaría tener algún reconocimiento en la despedida, pero en ese tiempo no era una costumbre. En mi caso nunca llegó, por qué no sé. En este momento ya casi no existen los jugadores emblema, son muy pocos, y va a ser difícil que hayan en estos tiempos, porque ahora los jugadores juegan donde se los ofrezcan. Creo que es algo bonito, entonces cuando salga otro jugador que sea un ícono del Cartaginés, definitivamente hay que hacerle algo bonito”. 

El resentimiento es algo profundo en los ex jugadores olvidados como el “Indio” Mayorga, que se convirtió en el primer y único jugador de fútbol de padres totalmente indígenas en jugar en la escuadra morada. Su retiró, pasó por alto. 

“Los futbolistas tienen mucha chispa, si los clubes se dedicaran a colocarlos en un sector laboral, los ex jugadores podrían ser igual de productivos que cuando jugaban. Es una vergüenza que Saprissa no pudiera dar una despedida digna, yo haciendo casi 15 años de carrera con los morados. Personalmente, todavía lo estoy esperando, más que en mi tiempo se jugaba por amor y no por dinero, con lo que se ganaba en ese tiempo te taba para comprarte una casa, pero no para vivir el resto de tu vida. Eso si nunca es tarde y me encantaría que el Saprissa me hiciera algo, por que fueron muy poco detallistas”. 

Por su parte, la historia de Juan Cayasso y su retiro fue muy peculiar, llena de esfuerzo, y de trabas por parte del destino. El ex jugador de la Liga Deportiva Alajuelense y del Deportivo Saprissa, procuraba despedirse de la manera más humilde y sencilla como lo es su personalidad, pero a la postre, el mismo deseo de tener una retirada del fútbol digna, lo llevó a tocar puertas en los clubes que participo sin ninguna respuesta efectiva. El único medio para lograr cumplir su sueño era que él mismo financiara la despedida, algo que no dudó en hacer. 

“Cuando yo jugaba en el Carmen, ya había una vocecita interna que me dijo -ya no podes seguir en el fútbol-. Toque las puertas de los clubes en los que participé pero no hubo respuesta. Diay, todo mundo sueña con una despedida digna, la única poca ayuda que encontré fue de la Federación, pero no fue como que muy buena, porque yo quería que unos jugadores amigos míos jugaran, pero ellos estaban en la Sele y no me los quisieron prestar”. 

“Además el partido lo programaron antes de otro encuentro de la jornada normal y eso nos limitó mucho. Mi despedida si fue como la soñé, sencilla y humilde, algo pequeño. Fue muy emotiva hubo lagrimas, tristeza y me sentía muy orgulloso. Al partido asistieron mis amigos, ¡bueno! los que pudieron y jugamos contra una selección de extranjeros. Al final uno no quiere retirarse, uno quiere detener el tiempo y poder seguir jugando”.

El retiro es un momento difícil en la vida de cualquier futbolista y debe ser llevado con madurez, así como con determinación. Los íconos e ídolos del fútbol pueden ser olvidados por los clubes o no, pero por los que nunca van a ser olvidados serán los aficionados que los vieron jugar y cantar cada gol o tapada de cada uno de esos jugadores. 

"El asunto más difícil es encontrar algo para reemplazar al fútbol, porque no hay nada" (Kevin Keegan ex-jugador Ingles).

Se hizo realidad

Como todo en la vida existen historias felices, que no son perfectas, pero felices al fin. Ese es el caso de Wilmer el “Pato” López, ídolo del equipo rojinegro y de cualquier amante del buen fútbol. El “Pato” vivió su sueño y además lo superó con creces, evento que agradecerá por siempre a Dios, así como a la afición de Costa Rica. 

 “Uno siempre espera un partidito sencillo, que la gente esté cerca de tí y te acompañe. Hubiese sido lo ideal y lo que yo quería, que mi último partido oficial fuese en la Liga, pero no se pudo. Yo siempre lleve a los liguistas en el corazón, por más que estuve lejos de la institución, ellos también siempre me quisieron, eso en mi partido lo demostraron.

Todo fue ansiedad antes del partido, ver como la gente iba acercándose a poquitos al estadio fue maravilloso, porque la gente sabía que no iba a ver un partido de competencia deportiva sino un simple partido en el que la bola rueda. Lo que más me impacto fue saber que hubo reventas de entrada, que los pósters que se regalaban junto a las entradas, eran vendidos por aparte, también ver que al estadio asistieron personas que ni siquiera eran liguistas, me halagó.

Para finalizar que la gente se metiera a la cancha fue lo más lindo que he vivido en el fútbol. Si me dijeran que escogiera entre terminar el partido y que los aficionados invadieran, elegiría sin duda alguna a la gente”.

Datos

Claudio Jara

Militó en Herediano, Alajuelense, Bucaramanga, Guanacaste y Carmelita. Mundialista de Italia 90. Anotó 129 goles en su carrera. Es en el máximo goleador del Club Sport Herediano con 97 anotaciones.

Partido de despedida: NO 

Marvin Obando

Es el jugador con más juegos en la máxima categoría con 685 partidos, participó en los juegos olímpicos de Moscú 80 y Los Ángeles 84. Además, dijo presente en el mundial de Italia 90. Concretó 76 goles y militó con Heredia (campeón con ese club), San Carlos, Cartago, Saprissa, Turrialba, Ramonense y Puntarenas.

Partido de despedida: NO

Roger Flores

Capitán de Costa Rica en el mundial de Italia 90, le anotó un gol a Suecia en dicha participación. Jugó con San Carlos, Sagrada Familia, Liga Deportiva Alajuelense, Saprissa y Turrialba. Campeón con los clubes más grandes del país y además portó la banda de capitán en cada uno de ellos

Partido de despedida: NO

Leonel Hernández

Jugó con Cartaginés toda su carrera desde 1962 hasta 1978, es el goleador histórico del club brumoso con 164 goles en 17 temporadas disputadas. Ingresó a la galería del deporte en el año 1998.

Partido de despedida: NO

Benjamín Mayorga 

El único jugador de padres indígenas que ha militado en el Deportivo Saprissa, además jugó en Heredia, Barrio México y Carmelita. Campeón con Saprissa en las temporadas 88, 89, 93-94 y 94-95. Campeón de la CONCACAF en los años 93 y 95, subcampeón de la copa Interamericana del 94.

Partido de despedida: NO

Juan Cayasso

Su trayectoria en el fútbol nacional fue amplia, donde participó con: Liga Deportiva Alajuelense, Saprissa, Carmelita, Turrialba y Goicoechea. Además jugó para el Stuttgart Kickers (Ale) y fue mundialista de Italia 90. Marcó 104 goles en la máxima categoría del balón pie costarricense.

Partido de despedida: Sí (de propia organización)