A Edgar lo recordamos de aquel equipo Cartaginés que llegó a ser subcampeón ante Herediano, bajo la tutela de Javier Delegado, técnico que lo había llevado a Cartago.
Luego de ese torneo tuvo que pasar un momento muy difícil al sufrir de una ruptura de ligamento cruzado y meniscos que lo alejó de las canchas, razón por la cual el Cartaginés decide no darle continuidad dentro del equipo rescindiendo de su contrato pero haciéndose cargo de los gasto médicos y salario.
Sin embargo nunca se desanimó, aunque el retiro pasó por su cabeza, él siguió entrenando duro hasta que apareció una nueva oportunidad en Guatemala, país donde jugó con el Xelajú, Zacapa y Concepción; equipos que el mismo jugador resalta que pagan mucho mejor.
"Juegue en Guatemala, en equipos de primera que pagan mejor que en Costa Rica, me alejé del foco público costarricense y así hasta la actualidad me siento cómodo", destacó el jugador, en una entrevista con Perfilesdelfutbol.com
Sin embargo nuevamente las puertas de los clubes se le cerraron y decidió volver a Costa Rica.
Estuvo un año inactivo, sin vivir del fútbol, dependiendo de otros negocios e inclusive pensando en el retiro definitivo del fútbol.
Pero una nueva oportunidad apareció hace dos meses, un empresario con el que ya había trabajado, lo contactó para llevarlo al Escuintla guatemalteco, equipo donde ya había jugado Robert Arias, propuesta que aceptó como un reto personal.
"Un empresario me contactó, él sabía que no había jugado en un año y aun así me dio la oportunidad y aquí estamos. Quise volver para probar que podía jugar de nuevo, Dios me bendice en ponerme en un terreno de fútbol que es lo que me gusta", señaló el costarricense.
Greaves terminó el torneo guatemalteco y volverá a Costa Rica, pero esta vez para vacacionar pues debe volver al Escuiltla para seguir haciendo su sueño en el fútbol realidad.