Rolando Fonseca nos recibió con una sonrisa y un "pasen", para luego consultarnos que necesitábamos para ejecutar lo pactado. Ya ubicados y siempre con una sonrisa, nos comentó que existen aficionados del Saprissa que todavía no lo perdonan por haber jugado con Alajuelense, uno de esos su carnicero, quien día a día se lo recuerda, mientras mostró su profunda admiración para los futbolista actuales de la Selección Nacional.
Entre preguntas y respuestas, "Rolo" como lo conocen sus amigos, nos confesó miles de detalles, algunos con la frase previa: "Esto nunca lo había contado".
A continuación la semblanza del "Principito del Gol":
¿Cómo fue ese primer contacto que tuvo con el balón?
Yo creo que desde niño siempre fui muy fiebre, el balón siempre estuvo ahí al lado mío; tal vez algo que marcó la diferencia con muchos de mis amigos que eran grandes talentos, grandes jugadores, fue mi tenacidad, ellos tenían más distracciones, tenían otras cosas por hacer y yo lo único que tenía era ese balón, entonces me enfoqué mucho a ello.
Su debut en 1991, ¿fue como se lo imaginaba?
Nunca, nunca se hubiera imaginado uno su debut, jamás, no sabe a qué es lo que se arrima o qué es lo que le espera. Sabía que quería jugar fútbol pero nunca me imaginé hacia dónde iba a ir mi carrera.
¿Cómo fue ese primer momento vistiendo la camiseta del Deportivo Saprissa?
Desde que yo llegué a Saprissa en 1984 creo que de los jugadores que llegamos a Primera División y que hicimos todas las bases en Saprissa, fuimos mi persona y Víctor Cordero, fuimos muy pocos los de mi camada los que estuvimos tanto tiempo dentro de una institución.
Yo nunca me hubiera imaginado lo que iba a ser esa sensación, ese estadio, esa afición. La afición del Saprissa es una afición muy identificada, no es sufrida pero es identificada, es fiel, se apasiona por lo que le encanta vivir y el jugador se debe mucho a esa afición.
¿Recuerda el primer gol vestido de morado?
Sí, mi primer gol fue un gol internacional, no fue en campeonato local. Fue un partido contra Luis Ángel Firpo, nos tocaba jugar la famosa Concacaf en aquel entonces. Hace un centro Enrique Díaz, increíblemente yo quiero dominar la bola pero me pega en el pie y se va y entra al otro palo, es un gol que no esperaba pero bueno comenzó de esa manera.
La particularidad es que yo nunca fui delantero, a mí nunca me entrenaron para ser delantero, lo que llamaba la atención era el por qué yo hacía goles, entonces yo llegaba y llegaba con mucha facilidad y al llegar nunca me imaginé que mi carrera como volante o como jugador poli funcional llegara a marcar tantos goles.
Por campeonato nacional fue ante San Carlos, un centro que le hice a Evaristo Coronado, quise hacer un centro y le pegué en el ángulo.
¿Cuál considera que es su momento en el Deportivo Saprissa?
Creo que el momento mío en el Deportivo Saprissa es cuando me gano un lugar, un derecho. Saprissa ponía muy poco joven a debutar, Saprissa no era aquel equipo que proyectaba demasiados jóvenes en las épocas de los 90, en ochentas y noventas no sacaba mucho joven, eran muy pocos, creo que el último que había debutado era “Chico” Hernández.
Después de ahí cuando viene el año 91 mi opción es un experimento porque habían jugadores muy consolidados, jugadores de una gran trayectoria en el Saprissa y no solo eso, sino que habían un montón de figuras que venían de descollar en el mundial y me acuerdo que Odir deja tres o cuatro jugadores nada más y deja esa camada grande y a esos cuatro nos dejó ahí y a todos los demás los mandó a un Curridabat-Saprissa.
La experiencia era ver qué iba a pasar con nosotros, qué reacción dábamos, para ello yo comienzo a debutar, se van haciendo bien las cosas... fue un experimento muy bonito, yo creo que el punto más alto fue abrir esa brecha, abrir esa puerta para que todo el mundo entrara, para que los nuevos jóvenes llegaran y posteriormente se fueran involucrando entre nosotros y hacer un nuevo Saprissa.
¿Cómo fue ese contacto para llegar a Alajuelense en 1997?
Fue muy simple, Colombia se estaba preparando porque jugaba la Copa Conmebol y la Copa América, entonces el campeonato termina en abril en Colombia y aquí quedaban dos meses de campeonato.
Cuando yo regreso a Costa Rica no me podía quedar dos meses sin trabajar, igual venía de campeón, nosotros veníamos para una copa entonces yo quería seguir compitiendo para no parar tanto.
Toqué la puerta a casa, llegué a casa y toqué la puerta, me acuerdo que hablé con Don Enrique Artiñano y le dije “mire Don Enrique quiero regresar a casa, quiero quedarme acá”; pero Costa Rica tiene un defecto, somos de mente muy corta y se nos olvida muy rápido todo.
Resulta que en aquel momento ya había un siete en el Saprissa, se llamaba Adrián Mahía, era el goleador del equipo, entonces Rolando Fonseca no tenía cabida ya en el Saprissa y la situación económica del Saprissa pasaba por una crisis pero no era eso porque yo venía bien, yo no venía por lo económico sino venía por otra oportunidad de mantenerme.
Se me dice que no, que se me cierran las puertas, entonces no pasaron ni 24 horas cuando Don Mario Chacón –que en paz descanse– me llama y me dice que si quiero ir a Alajuela y ahí a la gente se le olvida todo eso, fue muy simple Rolando Fonseca no tiene cabida porque ya tenemos un siete, un argentino, Adrián Mahía, estamos muy contentos con él y él hace lo que queremos en este momento.
A mí se me abre la puerta en Alajuela y fue una muy buena decisión porque paso a vivir otro contexto de vida: ser uno de los jugadores más odiados por la gente de mi casa y sin entender mucho, porque la gente no entendía el sinfín de lo que era el objetivo.
Creo que muy pocas veces he hablado este tema pero abrí la oportunidad, yo tenía que seguir jugando, yo tenía que seguir comiendo, mi familia tenía que seguir viviendo entonces ahí entendí que en el deporte y el fútbol no pueden haber colores.
¿Qué hubiera pasado si Saprissa no hubiese tenido esa crisis económica?
No era tanto lo del salario, realmente cuando yo regreso Alajuela me da la oportunidad y sí pasé a ser un jugador muy bien pagado por Alajuelense, pero fue una negociación muy rápida, ellos querían que yo estuviera ahí y tengo la oportunidad de salir campeón con Alajuela.
Nunca voy a olvidar la primera vez que llegué al Saprissa, fue muy duro porque toda mi familia es saprissista por tradición y tenían que escuchar todos los gritos y todas las ofensas, pero eso a uno más lo motiva, entonces eso fue una reacción muchísimo más grande.
En menos de cinco minutos Saprissa ya estaba ganando 2-0 y en el minuto 45 Alajuela ganaba 2-3, faltando tres minutos Rolando Fonseca abandona la cancha para poder salir tranquilo del estadio.
¿En algún momento usted pensó que podía jugar con La Liga?
Nunca, el fútbol es de muchas circunstancias y depende de muchos momentos, de lesiones, de técnicos, cambia mucho; por eso a mí cuando me hablan de jugadores de un solo corazón –si los puede haber e hicieron su carrera y todo– pero esto es de resultados y es de estadísticas.
A mí la gente me decía “pero usted es saprissista” y se decepcionaban de mí persona, “ah pero yo pensé que era liguista de corazón”, entonces yo les digo igual: “Díganme un solo liguista de corazón que le haya anotado más goles a Saprissa que mí persona, díganme uno, no lo hay”.
Entonces esto es resultados y por eso es que yo puedo ver al liguista y puedo ver al saprissista con la cara de frente, con la frente en alto porque en los dos equipos di siempre lo mejor y hay un valor que no es negociable para nosotros en mí familia y era la lealtad, mi padre siempre me lo enseñó: “vistas la camisa que vistas es a la que te debes y es a la que debes hacer las cosas bien”.
¿Cómo destaca los campeonatos que ganó con La Liga?
Momentos muy lindos, momentos hermosos porque de igual manera yo llegué a ser una pieza fundamental en un gran equipo que tenía Alajuela. Alajuela tenía un equipo impresionante, ya tenía una base, tanto así que mucha gente olvida de dónde viene el Mundial del 2002, pero los que estábamos adentro, los que lo vivimos, el Alajuela de Pinto es la base del Mundial del 2002.
Ahí comienza Harold Wallace, Luis Marín, Pablo Chinchilla, Carlos Castro, Mauricio Solís, Steven Brice, Wilmer López y Rolando Fonseca, esa es la base y cuando usted ve y lo pasa a la eliminatoria, fue el equipo que con uno o dos jugadores más fueron la base completa de Guimarães para poder completar ese once.
¿Qué decir de la afición de Alajuelense?
Es una afición entregada. No hay equipo ideal, por eso no hay una institución ideal, en aficiones las dos son aficiones lindísimas, pero si yo tuviera que complementar el equipo perfecto sería la afición del Saprissa con los dirigentes de La Liga, ese sería un equipo ideal para poder entender.
En Alajuela se basan mucho en los valores, los principios, es muy arraigado todavía al sentido provincia, entonces a mí me pasó algo muy curioso en Alajuela: ganábamos tanto que la misma afición se acostumbró a ya no ir durante cinco años, ya los últimos dos o tres años no les interesaba, ya lo daban todo por hecho, como que ya íbamos a ganar y no fue que nos sentimos abandonados, sino que se volvió algo muy cotidiano con ese equipo y venía de lograr dos títulos con Farinha, dos títulos con Jorge Luis Pinto, entonces en esos cuatro años fue como saciarse, como que se bajó mucho e espíritu de lucha.
¿Con cuál de las dos camisetas le hubiera gustado retirarse?
Me retiré con la mejor camisa, yo creo que hice lo mejor para mi vida, creo que siempre entregué lo mejor y me retiré con la mejor camisa que fue con la de la Selección Nacional.
Se hubiera dado lo de Saprissa, se hubiera dado lo de Alajuela, en fin, mi satisfacción fue que profesionalmente cumplí, no tengo que agachar la cabeza, no tengo nada pendiente con ninguno de los dos equipos, convirtiéndome en el máximo anotador de los clásicos a nivel nacional.
¿Saprissista o Liguista?
Saprissista, porque fue donde yo hice toda mi carrera desde niño, ahí fue donde me formaron, ahí fue donde me enseñaron, ahí fue donde me dieron el camino que debía seguir para buscar el éxito.
Pero en el lado liguista me enseñaron que no solamente se consigue el éxito con trabajo y esfuerzo, sino también con más preparación mental, entonces a ambos equipos le estoy muy agradecido. Si tú me dices ¿a quién es por niño?, saprissista, dejémoslo así, pero a los dos equipos les tengo un gran cariño.
Como anécdota, soy uno de los jugadores saprissistas que está dentro del libro de la historia de Alajuela y como te digo, no me quedó nada pendiente en Alajuela por dejar de entregar, siempre di mi mejor esfuerzo.
¿Cuál es su máximo recuerdo por el paso en los dos equipos?
Los campeonatos, el entregarme día a día con esas camisas, el ponérmelas y estoy muy agradecido porque fueron las instituciones donde no solo me permitieron traer sustento a mí familia, sino cumplir muchos de mis sueños y quedar dentro de la historia en ambas instituciones.
¿Qué significa el número siete para Rolando Fonseca?
Fue un número que me entregó Don Israel Santana en el Saprissa, no sé por qué me lo dio, me dijo que ese siete era importante, no conocía la historia de ese jugador siete en el Saprissa pero con ese número me quedé siempre.
Me quedé con ese número y ahí lo fui llevando, nadie lo cogía, me lo dieron a mí y ahí me quedé con él.
¿Cómo fue su paso por el Comunicaciones?
Comunicaciones significó mucho, es uno de los clubes grandes de Centroamérica, económicamente es uno de los equipos más poderosos, a nivel centroamericano no creo que haya ninguno que tenga ese poder económico; creo que pueden estar: Comunicaciones, Saprissa, Alajuela y tal vez por ahí un equipo hondureño, el Olimpia, son los equipos más grandes económicamente, en presupuesto, en lo que tienen.
Cuando llegué a Guatemala no conocía mucho de ellos, no sabía qué era a lo que iba. Me encontré con un sinfín de cosas que en la parte económica era muy bonito pero en la parte estructural, en la parte deportiva no era tan agradable pero me fui adaptando por el cariño, por el respeto, por el sinfín de muchas cosas que me fueron dando y me adapté mucho quedarme en Guatemala.
El fútbol de Guatemala no es un fútbol fácil para jugar, es un fútbol muy difícil, es muy complicado por muchas circunstancias. Costa Rica tuvo la oportunidad tener en un momento más de 30 jugadores ticos en Guatemala y muchos decían que era por el auge económicamente pero muy pocos fueron los que se quedaron triunfando allá.
Son 134 goles con el Comunicaciones...
Sí, bastantes goles internacionales también, creo que ahí en Comunicaciones se marcó una era importante, creo que soy el máximo goleador extranjero del club, no sé, por ahí anda la historia.
Fue un equipo donde me dieron la oportunidad de consolidar mi familia, de consolidarme como persona a nivel internacional y si hay algo de lo que estoy agradecido a Guatemala es que pude conocer de Dios, pude conocer más íntimamente mi relación con Dios entonces eso cambió mucho, transformó mucho mi vida para bien.
Después regresó al país para jugar con equipos no tradicionales...
Antes fue Liberia, Liberia fue una oportunidad de ser socio de esta institución, me convertí en parte dueño del equipo pero fueron solo seis meses, meses muy lindos, bien vividos, bien elaborados porque fue una experiencia para empezar a conocer el lado empresarial dentro del fútbol, no fue muy grata porque solo duré seis meses, me retiré de ser dueño de un equipo y me regresé otra vez a Guatemala a jugar, a dedicarme a lo que más me encantaba entonces el proyecto siguió, no eran compatibles muchas de las ideas del proyecto entonces me hice a un lado.
Posteriormente cuando yo me salgo de Guatemala y se da por caducada la situación mía del contrato, a mí me quedaba un año más de contrato, entonces en Guatemala me dicen que no iban a contar más con mis servicios, que el técnico no contaba más con mis servicios, eso fue en diciembre del 2010 y saliendo campeón me dicen que busquemos opciones.
Yo me vengo a vacacionar a Costa Rica, la afición se entera de esa situación que no van a contar más conmigo y hay una amenaza de muerte y de bomba en el Club Comunicaciones, entonces regreso el día 27 y se me hace una propuesta, hoy la puedo contar porque ya estoy retirado: se me paga el contrato completo que yo tengo con Comunicaciones con la condición de que no juegue con nadie más, que me retire; era la oportunidad de retirarme, tener un año cobrando el mismo salario y sin jugar estando en Costa Rica, entonces lo hicimos, recibimos esa situación.
En ese año que me siguen pagando mi contrato me sale una oportunidad para irme a jugar afuera, me ofrecen irme a Qatar y me ofrecen irme a la India, mi pase internacional estaba en Guatemala, pero cómo traigo ese pase internacional acá sabiendo que tengo una oportunidad para irme... optamos otra vez por jugar al fútbol acá en Costa Rica, pero no podía ser ni con Saprissa ni con Alajuela porque Comunicaciones iba a pegar el brinco al cielo y no me iban a seguir pagando mi contrato.
Salió la oportunidad de Carmelita y bueno no se pudo dar, en fin, volvemos a lo mismo, fui criticado porque trataba de hacer las mismas cosas que se hacían en el club, si no las hacía también era criticado entonces no se compaginó bien, pero sí se pudo traer el pase internacional y lo tenía por acá.
Son 47 goles en 110 partidos con la “Sele”...
La Sele, el equipo de todos, ese es el equipo que te trasforma, es el sueño, es un orgullo ponerse esa camisa, es un sentimiento que te cambia completamente, cuando uno escucha que es convocado a uno le cambia totalmente todo.
Estando afuera y comenzando con la Selección y lo llamaban para decirle que estaba convocado, ya uno decía que tenía que ir a preparar el vuelo, uno se pone muy intenso por querer ponerse esa camisa y yo personalmente tuve muy buena química con esa camisa y me identifiqué mucho con ella entonces cada vez que tenía la oportunidad de ser convocado lo disfruté al máximo y para muestra un botón que después poco a poco se fue haciendo un legado y se fueron adquiriendo cosas que nunca fueron imaginadas porque volvemos a lo mismo, no fui un centrodelantero para la Selección Nacional.
¿La Sele es el equipo de sus amores?
Sí, el equipo de mis amores es la Selección, si realmente algo me apasiona es la Selección Nacional porque va más allá, ahí sí hay cariño, hay amor, hay un orgullo por hacer bien las cosas, igual como lo hay en otros clubes porque gracias a Dios hay que entender eso, si usted no tiene una buena presentación en su club, si usted no defiende bien los colores de su club, no puede llegar a la Selección y nos debemos más a la Selección Nacional pero es algo de orgullo, de dignidad, de ponerse esa camisa y saber que estás representando a un país.
El gol 1000 de la “Sele” fue de chilena ante Chile, casi una poesía...
Un gol que no se esperaba, en milésimas de segundos tienes que tomar una decisión, la jugada la hace Walter, hace un caño totalmente por la banda derecha, hace una muy buena jugada, se la centra a Wallace, Wallace hace el mejor centro de su vida porque yo realmente no lo esperaba y una reacción que fue de segundos, de milésimas, la bola venía ahí y yo reaccioné hacer la chilena.
Si usted me dice “¿mire Rolando lo pensó?”, mentira, usted tiene que tomar decisiones y tal vez esto el tiempo se las va dando con entrenamientos, entonces fue un momento de inercia, vino, llegó, me tiro, la hice y entró.
¿Qué decir del “Aztecazo”?
Un momento muy lindo para Hernán y para mí, pero después un momento muy amargo después de ese partido porque nos echaron del fútbol de México.
¿Qué decir de Saprissa y Alajuelense que fueron los equipos por los que usted pasó?
Ellos son los que marcan la diferencia, pero recuerden que ellos no son el campeonato local, Saprissa, Alajuela y Heredia no pueden jugar un campeonato solos.
El fútbol nacional se tiene que valorar por lo que hay y por lo que hay en este momento son más de 40 equipos, son los once de primera división más todos los de segunda, ahí es donde tenemos que profesionalizarnos, pero no podemos crecer si seguimos dándole nada más el tributo a que Saprissa y Alajuela sean los más grandes, ellos están bien pero nuestro fútbol está mal, ¿por qué?, porque no tenemos equipos competitivos o equitativamente que puedan competir contra ellos.
Para muestra un botón. Hace pocos días Don Juan Carlos Rojas decía que es imposible competir en Concachampions contra los equipos de México, uno de los equipos más grandes, ¿por qué no podemos competir?, porque también es la misma excusa que también podrían poner los equipos pequeños de este país o un equipo que apenas está ascendiendo.
Hay una brecha muy grande y esas brechas hay que acortarlas y ¿cómo las acortamos?, distribuyendo para todos equitativamente recursos.
¿Qué decir de la actual Selección Nacional?
La Selección de hoy es la mejor selección de la historia, es la que está marcando un alto nivel y dichosos nuestros ojos que nos permiten vivirlo y verlo porque es la generación que está marcando algo histórico completamente dentro de lo que es el fútbol nacional.