Toronto acabó la temporada regular en tercer lugar, con siete puntos por encima del cuarto posicionado y ocho por encima de Montreal Impact, su rival en la final de la conferencia este. Eso sí, insuficientes para quedar por encima de Nueva York, tanto del New York City (54 puntos) de Ronald Matarrita, como del New York Red Bulls, campeón de la fase regular (57 puntos).
En los PlayOff’s la escuadra liderada por el italiano Sebastian Giovinco ha sido realmente contundente en los momentos cruciales. Primero tuvo que jugar la eliminatoria a un partido que primer y segundo clasificado tienen la suerte de evitar. En las semifinales dieron un golpe en la mesa. Primero derrotaron fuera de casa a New York City por 0-2 y en la vuelta, en la que muchos especulaban con la remontada liderada por Pirlo (ausente en el primer partido), le colocaron una manita al marcador, siendo tres goles de La hormiga atómica.
En la final ocurrió algo parecido y que Seattle tiene que tener en cuenta para la final. Montreal, en la ida, se puso 3-0, pero a base de coraje, los de la zamarra escarlata se llevaron un pellizco en forma de dos goles que mantenían vacante la plaza en la MLS Cup. 5-2 quedaron en la vuelta y campeones de conferencia con todas las de la ley.
Por su parte en Seattle ell entrenador que de los campeones de la costa oeste no es el mismo que comenzó la campaña con el conjunto esmeralda. Y no porque haya cambiado su estilo de juego, si no porque Brian Schmetzer llegó para sustituir a Sigi Schmid. Junto con la llegada del mediapunta Lodeiro, líder de la plantilla a fuerza de goles y asistencias.
La final se jugará en Canadá, en casa de Toronto, en BMO Field. Algo que muchos considerarían una ventaja. Contarán con el apoyo y ánimo de sus aficionados en una mayor proporción que los estadounidenses. Es la primera vez que ambos equipos llegan al último partido que se disputa en toda la temporada. Al acabar de la noche, la MLS tendrá el estreno de un nuevo campeón.