Con muchas dudas, el Deportivo Saprissa de Jeaustin Campos afrontaba el clásico nacional, ante el súper líder y el equipo que parecía invencible.

Los morados, que con una línea de cinco centrales mantuvieron el orden, y con mucho sacrificio del medio campo hacia adelante, lograron dar la estocada de sorpresa en el rectángulo de juego.

A pesar de que el control del balón lo mantuvieron los manudos, los morados con mucha claridad y hasta un poco de suerte, se dejaron las tres unidades.

El primer tanto del juego lo firmó el defensor trinitense Aubrey David. Un centro desde la izquierda de Mariano Torres, que el caribeño empalmó con gran clase y definió imposible para el arquero Moreira, que no tuvo más opción que sacar el balón del fondo de su portería.

Aunque la anotación no apagaría el ímpetu rojinegro, los morados clavaron la segunda daga muy pronto, que acabaría siendo mortal para los muchachos de Albert Rudé, que aún no sabe lo que es ganar en clásicos nacionales.

Más tarde, en una jugada repentina y con un tanto de suerte, Andy Reyes logró desahogar el grito de gol, que traía atragantado hace más de un año, y tras muchas críticas que recibió el ariete tibaseño.

El morado recogió un balón suelto al borde del área, sin pensarlo dos veces probó suerte y con un desvío de Ian Smith, el esférico se coló al fondo, con esto, los muchachos de Campos se iban al entretiempo con la ventaja en el juego.

A pesar del intento manudo, los centros llegaban, pero el acople de los centrales morados fue mejor, y bola que venía era repelida, sin complicaciones.

Más tarde se dio el ingreso del panameño Víctor Medina, que llegó a dar un par de jugadas de fantasía, que siempre gustan al aficionado del fútbol.

Ambos equipos trataron de anotar más tantos, sin embargo, eran controlados por Leonel Moreira y Aaron Cruz.

La más clara para los rojinegros sería en los pies de Freddy Góndola. El extranjero casi nos regaló un golazo, tras un centro desde la izquierda de Ian Lawrence. Góndola definió de taquito en el corazón del área, y tras un leve desvío de Cruz, el balón se estrelló en el poste y cayó en las manos del guardavallas, dando el respiro final.

Con esto, la Liga Deportiva Alajuelense por momentos se olvidó de las buenas muestras de fútbol que presentó a lo largo del torneo, mientras que Saprissa se lavó la cara y olvidó los días grises que le venían atormentando a lo largo del torneo.