El Colleya Fonseca de Guadalupe fue el escenario para el compromiso que cerró la jornada de mitad de semana. El Deportivo Saprissa llegaba con buenas sensaciones tras ganar el clásico y la jornada del fin de semana, mientras que Guadalupe llegaba con más dudas, tras caer goleado en Limón.
Los morados siguieron fieles a su estilo, con cinco defensores y un delantero en punta, mientras que Walter Centeno siguió fiel a su estilo, con un 4-3-3 muy característico del ex jugador morado.
A pesar de que el cuadro tibaseño empezó llevando el peso del juego, los primeros en cantar gol fueron los guadalupanos, tras un autogol de Jaylon Hadden, después de que el esférico llegara desde la banda izquierda, el defensor trató de despejar, sin embargo, el balón fue imposible para Aarón Cruz, que no pudo hacer más que sacar el balón del fondo de las redes.
A pesar del golpe anímico y el crecimiento futbolístico de los locales, los morados no dejaron de luchar y buscar el tanto de la igualada.
Apareció Jimmy Marín, quien ha tenido un torneo regular, sin embargo, no lograba poner su nombre entre los goleadores del 36 veces campeón nacional.
Marín arrancó tras un balonazo largo, la mala comunicación entre Luis Torres y el defensor fue aprovechada por el 80, quien con un toque sútil dejó al portero tendido y con la portería abierta de par en par puso el grito de gol para los morados.
El primer tiempo terminaría con la paridad en los carteles, y se vendría la etapa final del juego, donde sería un calvario para los morados.
Con la paridad a un tanto, tras una disputa del balón con las manos el silbatero central no dudo en señalar la falta, y se ganaría su segunda cartulina amarilla, que se convertiría en la primera de tres expulsiones en el compromiso.
A pesar de tener uno menos, los morados siguieron empujando, y en los pies de uno de los más críticados, como es Andy Reyes, logró poner el 1x2 definitivo. El balón lo sirvió Mariano Torres, que con un zurdazo espectacular fue complementado con un control sublime y una definición sencilla, para adelantar a los morados, y poner cifras definitivas.
Más tarde se empinaría el camino para los morados, tras de que Ricardo Blanco, en una jugada infantil se ganó la tarjeta roja directa, y dejaba a sus compañeros aún más diezmados, con dos jugadores menos a falta de 20 minutos.
A pesar de los intentos guadalupanos, las manos, piernas y cuerpo de Aarón Cruz se convertía en una muralla, y parecía impenetrable para los muchachos de Wálter Centeno Corea.
Ya en tiempo de reposición, Jeaustin Campos vio la tercera cartulina roja del compromiso, tras un reclamo que fue reportado por el árbitro asistente, y que el central le mostró la segunda amarilla.
Con esto, los morados siguen soñando con la posibilidad de clasificar a la siguiente fase, mientras que Guadalupe se desinfla con malos resultados en la recta final del torneo.