Los fallos desde el punto penal han acaparado los titulares esta tercera jornada en Rusia 2018. El hecho de que se hayan producido dos, el doble sucedidos en Brasil 2014, ya es destacable por sí solo. Pero además, han influido enormemente en los resultados. La atajada de Hannes Thor Haldorsson del penal de Lionel Messi y el balón que lanzó a las nubes Christian Cueva les salieron muy caros a Argentina y a Perú, respectivamente.
El estadio Okrytie Arena, fue el escenario que acogió el primero partido del grupo D, donde el conjunto islandés le complicó el partido al combinado de Sampaoli.
El primer partido del Grupo D, que se disputará en el estadio del Spartak de Moscú, enfrentará a dos selecciones muy distintas: Argentina, con gran experiencia mundialista, e Islandia, debutante en la prueba reina. La Albiceleste, bicampeona del mundo y subcampeona en la edición de 2014, afronta la 17ª fase final de su historia. Islandia, con apenas 335.000 habitantes, es el país con menor población de los 32 participantes.
Jorge Burruchaga mira la práctica argentina desde un costado de la cancha del Centro de Entrenamiento de Bronnitsy sin inmutarse. Él sabe lo que es jugar un Mundial. Es más, sabe lo que es ganar uno y ser finalista de otro.
Coches patrulla, fuertes medidas de seguridad, decenas de policías y militares… Tras las amenazas del Estado Islámico a estrellas del Mundial como Lionel Messi, Argentina se blinda en Rusia-2018 con un dispositivo que trasciende la faceta deportiva.
La selección argentina aterrizó desde el sábado por la noche en Moscú como una de las favoritas a hacerse con el título en Rusia-2018 pero con varios contratiempos recientes que han hecho saltar las alarmas, tras cancelar su último amistoso ante Israel y perder a Manuel Lanzini por una grave lesión.