Cancela es un jugador talentoso como hay pocos en el país, con un ¨timing¨ que solo los creativos de nacimiento lo poseen, José es el encargado de la media cancha del ¨Team¨ florence. Uruguayo por nacionalidad, como muchos en ese país tenía por ídolo a Enzo Francescoli y como pocos tuvo el honor de conocer al ¨Principe¨. Dejó a su familia desde muy pequeño en Santa Lucía, para mudarse a Montevideo donde lo esperaba el club del cual era hincha y multiple campeón de América, el Peñarol de Uruguay.

Diego Joaquín Pais llegó como un extranjero más a nuestro fútbol y se ha convertido en uno de esos refuerzos que todo equipo de fútbol desearía fichar.Una fiera dentro de la cancha, aguerrido y con un hambre voraz por anotar goles, fuera de ella un hombre intelectual y apacible.

Wilmer el ¨Pato¨ López es uno de aquellos creativos que todos queremos volver en la cancha, reflejado en alguna de la jóvenes promesas que tiene el fútbol costarricense en estos tiempos.Su característica era jugar con paciencia, casi parecía que caminaba, cuando en realidad corría, manejaba los tiempos de un partido que hasta lo hacía parecer sencillo. Jugaba al fútbol de memoria algo difícil de encontrar y siempre fue el jugador humilde y sonriente que aparentaba en la cancha.

Es el máximo referente del Fútbol de Costa Rica ante los ojos del mundo. Jugó en las ligas más importantes del globo y marcó golazos para el recuerdo en cada una de ellas. Un gran paso abriendo puertas en la Premier League, llegó a la liga de las estrellas a marcar tendencia en un Málaga con problemas de descenso y vacunó a los mejores equipos en los mundiales respectivos.

Como a toda persona si les menciono el nombre de Erick Lonis, recordarán aquel ex portero de la Selección Nacional que fue capitán donde se puso una camiseta para jugar. Un personaje soberbio, de carácter fuerte dentro de la cancha y de liderazgo innegable, pero esto nombrado es lo que la mayoría de nosotros sabemos por terceras personas.

Si bien el título de la columna es una metáfora bastante desagradable, ya con tan solo hablar del Coliseo Romano, el cual implicaba mucha muerte y una diversión bastante grotesca para la época de los grandes emperadores de ese imperio. Los estadios de fútbol poseen ciertas similitudes muy particulares con aquel templo de dolor, signo del poderío del gran César.