Nigeria necesita terminar de una vez por todas con esa racha de derrotas. Una victoria le permitiría alcanzar los octavos de final por cuarta vez en su historia. Tras la incontestable derrota que una errática y desordenada Argentina sufrió a manos de Croacia y el convincente triunfo por 2-0 que las Águilas lograron frente a Islandia, el conjunto africano afronta con confianza el decisivo duelo contra la bicampeona del mundo.

Las secuelas de la derrota de Argentina podrían traducirse en numerosos cambios en su alineación, mientras que, en el bando nigeriano, Ahmed Musa se perfila como titular tras los dos goles que marcó frente a Islandia.

El Análisis

Será interesante comprobar cómo la joven selección nigeriana gestiona los nervios en un partido al que Musa se ha referido como “de vida o muerte”. La victoria contra Islandia ha supuesto una inyección de moral para el equipo, que ahora está convencido de sus posibilidades de estar en la siguiente ronda. Falta por saber si, a la hora de intentar contrarrestar la inmensa calidad ofensiva del cuadro argentino, el seleccionador Gernot Rohr opta por un 4-2-3-1 o un 3-5-2.

Argentina depende en gran medida de sí misma, algo que no parecía muy probable después de la dolorosa derrota ante Croacia. Golear a Nigeria debería bastar para que la escuadra albiceleste avance a la siguiente ronda, aunque será necesario también que Croacia cumpla con su parte. El mayor reto que deberá superar es, tanto futbolística como mentalmente, generar el ambiente necesario para competir con una Nigeria muy peligrosa. Todo indica que Jorge Sampaoli volverá a cambiar de sistema y once titular en su intento de dar con la fórmula que le permita lograr la victoria.

¿Sabías qué...?

De las cuatro victorias que Argentina ha logrado frente a Nigeria hasta la fecha, ninguna fue por más de un gol. Además, las Súper Águilas solo se adelantaron en el marcador en una sola ocasión: en el minuto ocho del duelo de 1994, el primer enfrentamiento entre ambos equipos.