"Vino al Milan y ya no era el mejor Ronaldinho, pero cuando quería, mostraba lo que sabía hacer con el balón. Y era impresionante. En esos momentos te dabas cuenta que era el mejor del mundo, más allá de Zidane, Diego Maradona o Pelé", expresó KPB.
Sin embargo, para el ghanés, lo más destacado fue su habilidad tras descansar bien la noche anterior: "Cuando no salía por las noches y había descansado bien, venía a los entrenamientos y nombraba a los compañeros que les iba a hacer un túnel. Y al final lo hacía. Podía golpear el travesaño cuantas veces quería. Era imposible encontrar tanto talento en un jugador de un metro ochenta de altura".