Así lo dejaron entrever los rostros de los jugadores “manudos” al finalizar los lanzamientos desde el manchón blanco, penales que favorecieron a los heredianos y que también provocaron las lágrimas de los “liguistas” que llegaron a la “Catedral del Fútbol” en busca de una proeza que su equipo no pudo conseguir.
Esto es precisamente lo que más adoleció a José Miguel Cubero, futbolista que justo después del pitazo final se dirigió a los medios de comunicación para expresar el gran dolor que lo invadía en ese momento al ver cómo el público se marchaba cabizbajo de este centro deportivo.
Al hablar ante la prensa, los ojos de Cubero se empezaron a humedecer y su voz se empezó a entrecortar y es que a pesar de tener poco tiempo en esta institución, el nativo de Sarchí supo cómo sentir amor por el equipo que este domingo quedó tendido en la gramilla del Morera Soto.
“Yo sufro por todos ellos, por mis compañeros y por todos porque las ganas que teníamos de llegar a esa final eran inmensas”, relató Cubero.
Asimismo, el jugador relató que el campeonato de la Liga fue bueno y que acepta cualquier tipo de críticas menos que le reclamen al equipo el hecho de que no diera todo en la cancha, ya que esto fue lo que los impulsó hasta la final de la segunda fase según declaraciones del mismo jugador.
“Tengo que ser honesto porque lo dimos todo en la cancha y nadie tiene por qué recriminarnos absolutamente nada, menos en un campeonato donde perdimos el primer lugar por goles y no por otra cosa” (J. Cubero).
El semblante que mostró José Miguel Cubero fue el mismo que el resto de sus compañeros y cuerpo técnico, quienes deberán tomar decisiones para acabar con esa sequía de cinco años sin dominar en el fútbol de Costa Rica.