Hablar de Claudio Caniggia es hacerlo de uno de los futbolistas más llamativos de la Selección Argentina de la década de los 90. Lo fue por su melena al viento, por su fútbol de quilates, por sus goles. Formó parte de una gran dupla junto a Batistuta, aunque siempre le quedó el mal sabor de no alzarse con un Mundial. En su memoria, los métodos de Carlos Bilardo.
"Bilardo me conocía porque utilizaba a las categorías de inferiores de River como 'sparring' de la Selección Argentina que luego ganó el Mundial de 1986. Un día le dijo al que era entrenador de River, Héctor Veira: '¿A este pibe qué haces que no lo pones en Primera", rememora en 'Jotdown'.
Caniggia cuenta que todo lo que aprendió de fútbol fue por obra y gracia "de Bilardo y del fútbol italiano", aunque el libreto que tenía el ex seleccionador argentino puede resultar, cuanto menos, impactante: "A Ruggeri lo llamó un día y le hizo bajar a una plaza enfrente de su casa. Había niños jugando al fútbol y le dijo: 'Patéale, patéale'. A un chaval de nueve años que estaba en la portería. Quería probar si se había recuperado de una lesión".
Tremenda fue también la anécdota con el 'Vasco' Olarticoechea. "Lo llamó a casa y le preguntó que qué hacía. Contestó que iba a llevar a su familia en coche a un sitio, y le dijo: '¿Por qué autopista?'. Y le esperó en un kilómetro, detrás de un peaje. Allí paró el coche y le dio una charla técnica pintando con un ladrillo en una pared de una casa que había al lado".
Hay más, ya que "si Bilardo tenía una charla contigo, siempre llamaba a dos testigos". El Bilardo que iba de habitación en habitación en las concentraciones y que corría a 'chivarse' a Maradona si los futbolistas estaban fumando. "¿Y qué quiere que yo le haga? Si quieren fumar, van a fumar", le espetó un Maradona que aconsejó a Caniggia: "¡Cani, abran la ventana aunque sea!".
En el Mundial de Italia, en 1990, una bandera de Argentina salió ardiendo en la concentración de la 'Albiceleste'. "Se cuenta que la quemó alguien de Bilardo para crear un clima hostil contra nosotros y motivarnos", señala Caniggia sobre el peculiar Bilardo: "Mandó a una persona de habitación en habitación para reservar los pasajes de vuelta a Buenos Aires por si perdíamos contra Brasil".
Caniggia fue también dirigido por Bielsa, al que valoró: "Es un tipo... Es un gran técnico, muy estudioso a un nivel de locura. Pero Bielsa es siempre lo mismo, no es flexible. En las concentraciones se ponía a dar vueltas él solo. Un día tenía un coche preparado en la puerta tras una rueda de prensa, pero no arrancó. Bielsa gritó al conductor: 'Sos un pelotudo, la con*** de tu madre'. Quería irse y se fue empujando el coche".