Nacido en Pensilvania, un estado que en el deporte profesional está representado por los Philies y los Piratas en las Grandes Ligas y por las Águilas y Acereros de la NFL, Pulisic jamás sintió atracción para dedicarse al béisbol o al fútbol americano.
“No quiero ser el niño prodigio del fútbol (americano). No quiero vivir el sueño de toda una nación, quiero vivir mi propio sueño", aseguró mientras jugaba para el Borussia Dortmund.
La vocación de futbolista se le despertó muy pronto gracias a sus padres, Mark y Kelley. Aunque ellos no obligaron al niño, ambos le pusieron el ejemplo pues jugaron bola en el campo colegial en los años 80.
En 2005, a Kelley le dieron una beca para trabajar durante un año en un intercambio de enseñanza en un poblado cerca de Oxford, Inglaterra. Mark aprovechó la ocasión para prepararse como entrenador de fútbol en Europa.
Christian, entonces de 7 años, fue inscrito en un club local llamado Brackley Town.
De regreso a Estados Unidos, el niño se integró al PA Classics y en 2015, cuando tenía 16 años, pasó a las categorías inferiores del Borussia Dortmund, donde se reveló como un jugador de gran técnica en la conducción de la bola en velocidad y muy apto para los recortes. Debutó en primera división en 2016.
Christian ha llevado un proceso en selecciones menores –la sub-15 y la sub 17– y pronto saltó a la mayor, en la que debutó el 30 de marzo de 2016 y en la que ha establecido récords como futbolista más joven en jugar un partido de eliminatoria mundialista (17 años, 193 días), anotar un gol internacional (17 años, 211 días) y marcar en un clasificatorio para la Copa de Mundo (17 años, 253 días).