Keylor está en plena forma. El portero ha llegado al final en su mejor momento del curso. Las dudas se han acabado. Navas lo ha pasado mal. Y lo reconoció. Pero ahora está que se sale. Saca manos inesperadas, esas que le hicieron fichar por el Real Madrid.

En Balaídos también dejó su gran huella de 'Pantera'. Volvió a aportar su grano de arena en la victoria blanca. Sus manos no se doblaron en un pepinazo de Wass y, ya en la segunda parte, convirtió su guante derecho en una piedra para sacar otro disparo del danés que parecía gol cantado. Pero Balaídos no lo cantó.

Keylor está en estado de gracia y se nota. Ya salvó goles contra el Sevilla, donde hizo cinco paradas como en Vigo y en el Calderón. Aunque viene de más allá. Ya lució reflejos contra el Barça y el Bayern. El guardameta se ha puesto a la altura de sus compañeros.

Las intervenciones de Navas contra el Atlético tampoco fueron poca cosa. Bajó las persianas de Gameiro en el partido de ida, noche grandiosa en el Bernabéu, y se superó en la vuelta con manos salvadoras ante Koke, Griezmann y dos consecutivas a Carrasco y al propio Gameiro. A Cardiff, sí, y con Keylor de portero.

De momento, la portería del Real Madrid es de Keylor. El futuro nadie lo conoce, pero ahora el equipo de Zidane está en muy buenas manos. Hasta el final, al menos hasta la final de la Champions.

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