Así califican los internacionales al jugador que llegó a suelo costarricense el año anterior para militar con el Municipal Pérez Zeledón, donde logró concretar 15 goles que llamaron la atención de los campeones nacionales.
El Club Sport Herediano se hizo de los servicios de Landín y este reconoció que no tuvo un inicio de campeonato como lo esperaba, pero aún así se muestra positivo porque sabe que está en uno de sus mejores momentos futbolísticos, tras no querer saber nada del deporte ni de la vida en general.
“Entré en una depresión muy grande y yo no quería seguir más, yo decía ‘el fútbol ya se acabó’, tuve depresión a no querer saber nada ni del fútbol ni de la vida”, expresó el azteca en el audiovisual de Univisión.
Además agregó que después de estar en lo más alto en el fútbol de su país, incluyendo la Selección Nacional, pasó a dudar mucho en qué era lo que estaba haciendo y qué quería para su futuro y el de su familia, quienes lo impulsaron a no dejar botados sus sueños.
“Llegué a pasar momentos difíciles, de no traer un solo peso en mi bolsa y con familia ya y eso me pegó en el orgullo y dije que eso no me volvería a pasar porque tengo hijos, porque tengo familia, porque yo siempre he sido un luchador en la vida, entonces hay que salir adelante”, agregó el artillero.
La motivación por continuar con sus sueños también llegó gracias al Municipal Pérez Zeledón, equipo que lo trajo a la Primera División de Costa Rica y que aportó para que su rostro volviera a sonreír.
Así mismo el jugador de 32 años reconoció que el único culpable es él, pero ahora está motivado de pertenecer a un club grande de Costa Rica y de alguna manera pretende llamar la atención una vez más a los directivos de su país para volver a vestir la camiseta del combinado azteca.