Ambas llegan a esta eliminatoria con trayectorias dispares. El combinado español recorrió un camino no exento de altibajos, para acabar adjudicándose el Grupo B en una extraordinaria última jornada.
Rusia, en cambio, sufrió una decepcionante derrota por 3-0 ante Uruguay en el desenlace de su liguilla, y terminó segunda del Grupo A, aunque podrá consolarse pensando que le aguarda un encuentro en el estadio habitual de la Sbornaya, ante un público que abarrotará las gradas y se volcará con sus ídolos, como lo hizo en la excepcional actuación en el choque inaugural.
El Análsis
España no presenta un registro especialmente notable ante las selecciones anfitrionas. Además, para este examen en concreto, a los problemas defensivos que atraviesa el equipo de Fernando Hierro se añadirá el hecho de ir a cruzarse con uno de los conjuntos más goleadores del torneo hasta la fecha. El seleccionador tiene a su disposición al plantel al completo, y es posible que efectúe cambios en todas las demarcaciones, ya que hasta ahora nada de lo que ha probado ha salido como se esperaba.
El revés ante Uruguay no ha influido excesivamente en los preparativos de Rusia para la segunda fase. El equipo tratará de aprender de sus errores y pasar página para plantar cara a la temible España. Todos sus jugadores están a punto y, con el apoyo de la afición en el Luzhnikí, aspira a reeditar lo que hicieron Portugal y Marruecos, que lograron marcar y evitar la derrota contra la Roja.
¿Sabías qué...?
Cuando se juegue el partido habrán pasado exactamente 11.704 días entre dos encuentros de Rusia en las fases de eliminatoria de un Mundial. Su compromiso más reciente fuera de la fase de grupos se remonta al 15 de junio de 1986. Entonces competía como la Unión Soviética, y cayó 4-3 t.s. a manos de Bélgica en un duelo vibrante. También hará casi ocho años (2.912 días) desde que España disputó un partido de eliminatoria: la final de 2010, en la que ganó a los Países Bajos.