"Cuando iba para el marco rival, tuve una visión y ya había visto el gol, Dios me lo mostró y en menos de un minuto estaba celebrando y fue algo increíble", destacó Salazar, quien inauguró con un cabezazo el apertura 2018.
Por otra parte, destacó que el tanto fue un regalo, que había conversado con su familia antes del juego.
"Una bendición que me regala Dios esta noche, en la concentración en oraciones le dije a Dios que me gustaría meter el primer gol", agregó el defensor.
Para finalizar, aseguró que el tanto le ayuda a seguir adelante, a seguir mejorando y lo más importante, aportar al equipo de sus amores.
"Me ayuda y me motiva más a seguir para delante", concluyó el capitán florense.