Porque el tercer cambio del partido fue Dani Ceballos y no el malagueño, con el que está claro que hay un problema que va más allá de lo deportivo. Parecía una sustitución más, pero el ex del Betis -entre silbidos y abucheos- terminó por decidir el encuentro. Una falta en la frontal en el 88' dejó a Ceballos solo frente al balón, nadie lo discutió. Disparó al palo de Pau, que dio dos pasos al lado contrario que terminaron por sentenciarle. Gol y tres puntos.

Hasta entonces, el Madrid mostró tantas caras que es difícil apuntalar un estilo, un libreto. Lo que sí tiene el Betis de Setién, que en esta ocasión se quedó a medio camino por falta de profundidad, de 'punch'. Mantuvo más del 70% la posesión, pero fue insuficiente. Aun así, el Madrid tembló cuando Canales empató previo paso por el VAR. Otra polémica más con la que alimentar la semana que llega.

Gran primera parte... con Vinicius

La mejor noticia fue, una tarde más, Vinicius. El brasileño acompañó a Benzema en el ataque, amparado por un centro del campo en el que entró Valverde. La sorpresa, una línea de tres centrales y dos carrileros con la que Zidane ya ganó el pasado año en el Villamarín. Vinicius se encargó de agitarlo todo, combinó con precisión con Benzema y apoyó en la jugada del primer gol.

El anotado por Modric, que enganchó un buen zurdazo desde la frontal que engrandeció el buen arranque blanco. Fueron buenos minutos ante un Betis que no encontró un resquicio en el muro que plantó Solari. Modric repitió zurdazo, esta vez sin éxito, y Fede Valverde malogró lo que era el 0-2. Vinicius lanzó una contra y el uruguayo, delante de Pau, quiso hacer la de Guti en Riazor y el resultado fue bien diferente.

Sin Benzema se acabó la fiesta

En parte, la buena primera parte estuvo motivada por el juego de Benzema, que acaparó espacios y descargó en la punta del ataque. Dio salidas y margen de maniobra al equipo cuando más atrás estaba, pero el francés se rompió un meñique antes del descanso y se quedó en vestuarios en la segunda parte. Pudo entrar Isco, pero el que lo hizo fue el canterano Cristo González. Ahí, salvo acciones aisladas, se acabó el Madrid.

También porque el Betis entendió el partido como suyo y dio un paso adelante necesario, valiente. Muy de Setién. Alargó los laterales y dejó a su defensa cara a cara con Vinicius y Cristo. Puerta grande o enfermería, debió pensar el cántabro. Y lo cierto es que, hasta el gol de Ceballos, le salió bien. El Madrid se amotinó en su área, conforme con el 0-1 y Guardado avisó con una gran volea lo que estaba por llegar en el 61'.

Seis minutos después, la gran polémica. Pase filtrado para Canales y gol del zurdo, previamente anulado por el asistente. Hernández Hernández esperó la ayuda del VAR y desde Las Rozas le dijeron que se había equivocado. Gol y más carne fresca para las portadas, que seguro hablarán de esta jugada. El Madrid, por unas cosas o por otras, recibió el gol como si de un puñetazo en la sien se tratara.

El Betis creyó, lógico teniendo en cuenta que cada desborde por banda acababa en un centro peligroso. Entró Ceballos, también Brahim, pero olía más a 2-1 que a 1-2. Cuando el Madrid estaba al límite y marmullando por otro desastre liguero, Casemiro hizo de Casemiro: robó, arrancó y forzó la falta. El resto ya lo saben. Ceballos evitó el cataclismo.

Por: BeSoccer.com