Si de alegrías y de ilusiones hablamos, por supuesto el premio mayor se lo lleva la Selección, que de la mano de Jorge Luis Pinto clasificaron al mundial Brasil 2014 y no sólo eso, sino que fueron a hacer historia y engrandecer el nombre del país en el fútbol, siendo eliminados en cuartos final sin ser derrotados y obteniendo el octavo lugar del torneo.

A Jorge Luis lo respaldaron números, decisiones, esquemas, resultados y momentos, que dieron como un producto final a un país celebrando en las calles cada 6 días. El colombiano a partir de setiembre del 2011, que tomó las riendas de la “Sele” cosechó resultados importantes en juegos amistosos y en el 2013 ganó la Copa Centroamérica ante Honduras.

Rumbo al mundial, clasificó de manera directa a tercera ronda, posteriormente en la hexagonal la Selección Nacional clasificó en el segundo lugar y quedó invicta jugando como locales; por último, aparece la historia que todos conocemos y recordamos fácilmente, la de Brasil 2014, que trajo alegría e historia para el futbol nacional.

Por otra parte, el actual técnico nacional, Oscar Ramírez, en el camino al Mundial de Rusia 2018, clasificó de la cuadrangular en primer lugar y en hexagonal con seis juegos disputados se encuentra en el segundo puesto. En la Copa Oro, Oscar Ramírez con una convocatoria de jugadores bastante cerca de la Selección titular, logró clasificar a semifinales después de 8 años.

En este certamen el juego táctico de Ramírez, junto con sus ajustados resultados, que no alcanzaron para vencer a Estados Unidos y llegar a la final, fueron bastante criticados por la afición nacional y fue justo en este momento que la comparación entre técnicos se intensificó; más aún cuando por parte de la prensa en general se crean criticas bastante fuertes. 

Tácticamente hablando, el aficionado promedio reclama al cuerpo técnico actual, el no utilizar un esquema ofensivo que genere más y concrete las opciones de gol; y a la vez dicen extrañar el equipo visto con Pinto al mando, sin notar que ese proceso tampoco era un ejemplo de un equipo goleador, aunque si golpeaba en el momento justo, siendo esa tal vez una de más notables diferencias.

Pinto durante la hexagonal utilizó un esquema basado en 4-4-2, que mostraba un equipo bastante ordenado a nivel defensivo, con participación y salida de los laterales. Pero en el Mundial, el colombiano reforzó la defensa y utilizó una línea de 5-4-1, donde la inteligencia defensiva sobresalió y se aprovecharon los buenos aportes al delantero punta que se alineaba sólo.

En el caso de Ramírez ha sido fiel a su orden táctico que le caracteriza desde su carrera en el torneo nacional, en el que obtuvo cinco campeonatos con Liga Deportiva Alajuelense, basado en una línea defensiva de cinco defensas, variando entre cuatro volantes y un delantero, o en otras ocasiones tres volantes y dos delanteros.

Por lo tanto, como se mencionó anteriormente, la que posiblemente sea una diferencia es un poco de claridad y efectividad ante el marco; sin embargo, los números lo dicen, los resultados de Jorge Luis Pinto no fueron con más de dos anotaciones de ventaja, a excepción de un juego ante Estados Unidos. Las etapas y ciclos de los técnicos en cualquier equipo de futbol llegan a su fin y eso no significa que la “Tricolor” este exenta del cambio.

El fútbol es de victorias y derrotas, y aun conociendo esas características es el deporte más lindo y seguido del todo el mundo.