El penúlyimo juego de la Hexagonal Final nos arrojó a dos cuadros urgidos de la victoria, en lo que sería una auténtica guerra de banquillos, Óscar Ramírez frente a frente a Jorge Luis Pinto, dos dueños de los esquemas defensivos. 

La Sele alineó con su clásico 5-4-1, con Navas en la portería, tres centrales con Waston, Acosta y el "Pipo", acompañados por las bandas de Bryan Oviedo y Cristian Gamboa. En el medio del campo paró a David Guzmán y Celso Borges como vertebra central, Bolaños por la lateral y el capitán Bryan Ruiz en el lado contrario. En punta alineó el veloz Marco Ureña. Por el lado contrario, Honduras planteó un 4-5-1, que en defensiva se convertía en un 5-4-1 y a la ofensiva un 4-3-3. 

Los primeros minutos nos arrojaron a un equipo catracho buscando la anotación que los dejara controlar el juego en el Estadio Nacional, ante una selección costarricense tratando de repelar los ataques y hacer daño por medio del pelotazo y la velocidad en ofensiva. No se presentaron opciones claras y el transcurrir de los minutos equiparó el juego el combinado patrio. 

El primer periodo se convirtió en una película de terror para los 35.000 ticos que asistieron a la Joya de la Sabana, ya que La Sele no tenía un juego convincente ni creaba acciones en ofensiva, ante Honduras que parecía sacar petroleo en tierras costarricenses. 

La más clara estuvo en el pie derecho de Waltar Ellis, el hondureño sacó la marca por derecha, se sacó el disparo de la manga y obligó a Keylor Navas a emplearse a fondo en el juego, lo obligó a enviar la pelota al tiro de esquina tras un dardo venenozo que se dirigía a ser anotación, los ticos buscaron por la vía de la pelota quieta, pero el doble marcaje a Kendall Waston y el físico bicolor imposibilitaron mover los carteles en el primer tiempo. 

Los primeros 45' minutos acabaron con el empate en las pantallas del Estadio Nacional, y cierta preocupación en el aficionado costarricense, ya que parecía que el combinado nacional estaba conforme con el empate y la producción de juego en ofensiva presentada. 

Tras 15' minutos de charla técnica en los camerinos del reducto josefino los mismos 22 jugadores regresaron al rectángulo de juego, con la expectativa al máximo para sellar el pase al mundial, o meterse entre los primeros cuatro lugares de la hexagonal final. 

Al fin llegaría la primera acción de peligro de La Sele, un tiro libre en los pies de "Bola", el siete metió el esférico, por primera vez encontró al gigante Kendall Waston, el central cabeceó pero la respuesta del arquero Escober sería la idónea, pero con un rebote al centro. 

La pelota le quedó servida en bandeja de plata a Marco Ureña, el "21" tuvo la más clara del juego, la tuvo para convertirse en héroe sin capa, en terminar de convencer a los ticos que es el delantero por el que tanto ha suplicado Óscar Ramírez. Ureña intentó asegurar el disparo pero le metió mucha tiza y envío la pelota a la fila 35 del sol del Estadio Nacional, y le atragantó el canto de gol al aficionado tico. 

De nuevo el compromiso entró en una tensa calma, con dos equipos calculadores y esperando el mínimo error del rival para hacer daño, los equipos entraron tanto en este libreto que ninguno de los dos arqueros tuvo trabajo en los 70' minutos de juego transcurridos. 

El único error de las defensiva lo vivió La Sele, y el conjunto catracho no perdonó la opción que tuvo para abrir el marcador. Eddie Hernández la tuvo con la portería abierta de par en par, un centro desde la izquierda que Hernández martilló imposible para Keylor Navas, quién nada más vio como su portería se veía batida en el juego. 

La Sele trató de solventar el juego, buscar esa agónica anotación que nos metiera en el mundial, metió a Daniel Colindres y Johan Venegas y minutos más tarde llegaría Rodney Wallace a reacomodar el cuadro tico en ofensiva. A pesar de los intentos, Costa Rica estuvo muy lejos del mundial, con un partido que desde el primer minuto parecía que los ticos estaban conformes con el marcador de 0x0. 

En el último suspiro del juego, cuando ya los ticos sufrían la primera derrota en casa en la Hexagonal Final, pero no, Bryan Ruiz González llegó a demostrarle a todo la gente del Sporting de Portugal que tiene para ser títular, que tiene varita y sombrero en su casa en Portugal. El oriundo de Alajuelita sacó la guitarra para darle un concierto por la banda al marcador catracho, caracoleó y sacó la marca, centró con la de palo al punto penal, para buscar el milagro. 

En el último minuto, en la última jugada, Kendall Waston llegó para ser el héroe de cuatro millones de ticos, cuatro millones de voces alentando a los hombros del gigante Waston, que con su 1.95 metros de altura se impuso en altura y con la especialidad de la casa le llevó el plato hasta Jorge Luis Pinto para poner el 1x1 y las lágrimas en los ojos catrachos. 

Kendall Waston encontró su venganza, por segunda ocasión en la eliminatoria ante Honduras. Primero allá en el suelo catracho cuando igual anotó el empate, y ahora en la Joya de La Sabana, tras de que hubiera quedado fuera del llamado de la representación patria en el Mundial del 2014. 

Con este empate, La Sele alcanza 16 puntos en la tabla y hace imposible que le quiten el segundo puesto y aún más díficil, quitarle el boleto de la maleta a los 25 costarricenses que formarán parte del mundial.