En medio de una crisis, en medio de un huracán, las buenas noticias llegaron para el histórico goleador del equipo azul, dos anotaciones que llegaron como dos palmadas para la espalda de Javier Delgado, Randall el “Chiqui” Brenes logró la cifra a la que pocos delanteros del fútbol costarricense llegan.

El destino lo quería así, aunque Brenes no lo tenía en mente, aunque la prioridad era el club, en medio de la tempestad llegó la gloria para el “10” blanquiazul.

“No pensaba mucho en esto, a Dios gracias por que se dio y se convirtió en tres puntos importantes para nosotros”, comentó Brenes luego del compromiso ante el cuadro liberiano.

Dos anotaciones que llegaron con la especialidad de la casa, los dos platos favoritos del chef Randall Brenes, que lo sirvió a domicilio, el primero de cabeza, tras una jugada de alguien más que un compañero, un hermano de mil batallas en las tiendas azules.

Paolo Jiménez y lo que nos tiene acostumbrados, se sacó un enganche de la manga y cruzó la pelota como con la mano, un centro hecho como por ángeles. El letal “Chiqui” no lo pensó en dos ocasiones para batir al arquero serbio, y dejar los nervios brumosos de punta, surgía la pregunta, ¿lo celebrará en casa?, ¿lo hará esta noche?, pero Randall Brenes solo pensaba en el club que siempre ha amado. 

“La gloria y la honra a Dios por esta cantidad de goles con el equipo que tanto quiero y lo importante es que lo pudimos canjear por una victoria tan importante acá”, agregó el oriundo de la provincia número tres de Costa Rica.  

El segundo tiempo bajó de intensidad, pero mantuvo el vilo en el juego que se jugó en la ciudad blanca costarricense, los aficionados del equipo azul esperando la anotación 100 del histórico Randall Brenes, o si lo celebrarían juntos en casa el fin de semana ante Guadalupe.

Ya el tiempo se iba gastando, parecía que la fiesta se guardaba para celebrar en casa, pero el destino tendría otros planes, y un penal cuando corrían 76’ minutos de compromiso. La bola pasó todas las manos, de izquierda a derecha, de adelante hasta atrás, hasta que el esférico llegó a las manos del “10”.

Cuatro pasos para atrás, cerró los ojos y respiró hondo, estaba a punto de subir el último escalón para llegar a la gloria azul. Arrancó en carrera, disparó fuerte y colocado, el guardameta pampero tuvo para detener la fiesta brumosa, pero el destino quería que el 1° de Noviembre se marcara en la historia.

Con lágrimas en los ojos y el abrazo de todos sus compañeros, el “Chiqui” celebró su histórico tanto, en una tempestad que vive el equipo azul, en una anotación que hizo olvidar los malos tragos a lo largo del apertura, pero que Brenes tiene claro que no da para celebrar por la posición en la tabla.

“Obviamente orgulloso de pertenecer al Cartaginés y de cumplirlo con el Cartaginés, la situación no amerita para celebraciones por lo que estamos viviendo en el club deportivamente”, concluyó el “Chiqui”.

El delantero es el segundo goleador brumoso en alcanzar las tres cifras vistiendo de azul, solo por detrás de Leonel Hernández, con sus cinco goles en el campeonato actual, el “Chiqui” agregó un cero más al número que ha llevado en la espalda al pasar de los años con el equipo de la vieja metrópoli, para recompensar la fidelidad y años de trabajo con el decano costarricense.