“El tifón que hace unos días golpeó a los japoneses nos obligaron a hacer cambios en el viaje y después de varios días de conversaciones logramos que el equipo se trasladara con el menor desgaste físico posible”, comentó Álvaro Herrera, encargado administrativo de la Selección.
A pesar de esto Costa Rica voló dos horas desde Seúl hasta Nagoya, para después, por poco más de tres horas, viajar en autobús hasta Osaka.
Una vez instalados en el hotel de concentración los seleccionados tuvieron unas horas de descanso y sin perder tiempo se dirigieron a la cancha anexa del estadio Panasonic de Suita, lugar donde enfrentarán a los locales, para realizar el entrenamiento.