Las tardes de Champions League regresaron a los ojos de los amantes del fútbol, y en Anfield, 90 minutos del deporte más hermoso del mundo levantaron la mano, dejando lo mejor para el final.
El Liverpool, con paso perfecto en el fútbol inglés, recibía al siempre favorito PSG, que buscaba hacer la hombrada de visita, en uno de los grupos más complicados de la edición 2018-2019.
El marcador lo abrió el cuadro 'red', con un cabezazo certero de Daniel Sturridge, que dejó sin reacción a Alphonse Areola, que nada más recogió el balón del fondo.
Minutos más tarde, en una noche que parecía una pesadilla para Juan Bernat, engancharía a Giorgino Wijnaldum dentro del área, lo que acaba con un claro penal. El encargado fue James Milner, que cobró duro, abajo y colocado a la derecha, imposible para el guardameta francés, que había adivinado el lado.
El cuadro galo emparejó las acciones, y en una de las pocas jugadas que tuvo en ataque llegaría Thomas Meunier, que recibió el balón en el área tras un intento de chilena de Edinson Cavani, y mandó el balón al fondo, dándole vida al equipo de la Torre Eiffel, que vivía una noche oscura en Inglaterra.
Para el segundo tiempo el equipo de Gran Bretaña bajó las revoluciones, controló más el balón y enfrío el partido. Entre las pocas opciones de gol llegaría una de Mohammed Salah, el balón besó las redes, sin embargo, Sturridge había golpeado previamente al arquero visitante, lo que se señaló como falta, y anuló el gol.
Thomas Tuchel movió el banquillo, trajo dos hombres de la suplencia, crearía jugadas en ofensiva y llegaría el empate, en los pies del mejor joven del mundial pasado, Kyllian Mbappé.
El francés recibió el balón dentro del área, y con una definición exquisita guardó el balón, para poner el 2x2 que silenciaba Anfield Road y ponía la fiesta en Francia.
Parecía que los muchachos de Jurgen Klopp se quedaban sin respuesta, que la presión se adueñaba de ellos, ya que caían en errores en ofensiva, sin embargo, en una de tantas jugadas en los últimos minutos del partido llegaría el gol de la victoria.
Cuando 'le apiedraban el rancho' al PSG, Roberto Firmino tomó el balón, lo escondió y tras dejar a tres defensas parisinos hablando solos, prendió el derechazo, que se colo en el fondo de las redes, estallando en locura el estadio del sub campeón de la Champions League.
Con esto, Liverpool arranca con victoria en un grupo complicado, donde enfrentarán también al SSC Napoli y al Estrella Roja de Belgrado.