El costarricense colgó un mensaje en su cuenta oficial de Facebook, donde dejó entrever que la situación en el que hasta ayer fue su equipo, no caminaba nada bien.
“Salí de mi país con el equipaje lleno de ilusiones y retos por cumplir con un proyecto que en teoría era un paso muy importante en mi carrera. La realidad no fue así al llegar por aquí (no había copa libertadores, no había equipo, solo 3 jugadores del torneo anterior repetían por lo que había que armar equipo nuevo a solo 14 días de arrancar el campeonato y con 13 juegos en 5 semanas) sin tiempo para acoplarse entre ellos y con el nuevo cuerpo técnico.”, comentó en la red social.
Por otra parte, Campos fue claro con la dirigencia del Nacional que deberían ser pacientes con el proceso, puesto que hicieron una restructuración amplia en la parte deportiva y de antemano sabían que el proceso de adaptación iba a ser complejo.
“Aun así antes de iniciar los torneos, hicimos ver a la dirigencia que deberíamos tener paciencia y tolerancia lo cual fue bien visto.
Claro que el fanatismo que produce la competencia ese “acuerdo” se fue disipando hasta romperse, producto de lo cual y dadas las circunstancias decidimos acordar la salida. Hoy con la frente en alto podemos decir que es una experiencia de las más enriquecedoras y de gran aprendizaje (no dejarse llevar por la ilusión de emprender algo que ya habían empezado mal y tratar de ponerlo a funcionar).” escribió.
Junto a esto, el timonel costarricense resaltó su trabajo al mando del conjunto boliviano en estos dos meses.
“En resumen 60 días de trabajo, más de 100 sesiones de entrenamiento invictos en casa y solo un día libre nos dejan más que satisfechos por la labor realizada, además de ir a ganar a Perú por la copa sudamericana y caer en penales es un “plus” que nos llevamos”, aseveró.
Ahora Jeaustin, alista maletas para regresar al país en medio del desazón que le dejó esta segunda experiencia en el balompié boliviano.